La película narra la historia de James Blaine Mooney, interpretado por Josh O’Connor, un padre de familia que junto a dos amigos decide sustraer valiosas obras de arte, entre ellas dos Gaugins, un Picasso y un Rembrandt, para luego enfrentarse a las consecuencias de sus acciones en un relato que mezcla elementos de drama, road movie y comedia absurda.
La narrativa de The Mastermind se desarrolla en los primeros años de la década de 1970, en un contexto marcado por la guerra de Vietnam y la contracultura, lo que añade una dimensión histórica y social al relato. Mooney, acompañado por sus compinches, se ve atrapado en un proceso de huida y resolución de conflictos personales, contando con la ayuda de su esposa, interpretada por Alana Haim, sus progenitores Hope Davies y Bill Camp, y amigos como John Magaro y Gaby Hoffman.
La historia detrás de la ficción
Reichardt se inspira en el robo verídico de 1972, pero su aproximación se aleja de la narración típica de atracos cinematográficos. La directora contempla la historia desde una perspectiva más contemplativa y minimalista, donde la atención se centra en los personajes, sus relaciones y la construcción de atmósferas a partir de la parsimonia y la ausencia de acción convencional. En este sentido, The Mastermind combina elementos de distintos géneros, sin pertenecer completamente a ninguno, generando un relato híbrido que mezcla la road movie, el drama familiar y la crónica social de la época.
El diseño visual de la película también destaca, con un tratamiento cromático que recuerda a un cuadro de colores degradados, influenciado por la elección de las obras de Arthur Dove que constituyen el botín de los protagonistas. Esta abstracción visual refuerza el carácter introspectivo de la cinta y subraya la reconsideración de los géneros clásicos que caracteriza la filmografía de Reichardt. La directora explora cómo lo banal y lo absurdo pueden confluir, generando momentos que oscilan entre lo cómico y lo desolador, culminando en un final metanarrativo que refleja la desaparición individual y colectiva del protagonista y de un proyecto social y político paralelo.
El reparto de The Mastermind incluye, además de Josh O’Connor y Alana Haim, a John Magaro y Gaby Hoffman, quienes aportan elementos de carisma y ternura a la historia. La película muestra también la interacción de Mooney con su entorno más cercano, incluyendo a sus progenitores y amigos, quienes se convierten en piezas fundamentales para la narración de la huida y la resolución del conflicto central.
The Mastermind se estrenará en cines el 31 de octubre, ofreciendo al público una mirada singular sobre un robo histórico, reinterpretado a través de la mirada introspectiva y minimalista de Kelly Reichardt, y en la que el vacío narrativo y la errancia del protagonista se convierten en elementos centrales de la experiencia cinematográfica. @mundiario