
sábado 16 de agosto de 2025
Seis pacientes se reúnen en una bodega aislada convocados por el psiquiatra Tomás Marlow (Eusebio Poncela). La terapia busca enfrentar traumas profundos con la ayuda de su hija Eviana (Elsa Pataky). El experimento se rompe cuando Marlow aparece asesinado y un teniente de la Guardia Civil (Raúl Prieto) debe descubrir al culpable. Todos mienten, todos ocultan algo, todos son sospechosos.
El planteo retoma fórmulas clásicas del murder mystery, pero la serie quiere presentarse como thriller psicológico y ahí aparece su principal problema. La exploración de la memoria y la autoimagen queda apenas esbozada, mientras los flashbacks explicativos y los giros previsibles reducen la tensión narrativa.
El regreso de Pataky a la ficción española, tras su etapa en Hollywood, no logra el impacto esperado: su actuación resulta rígida y poco creíble. Poncela, figura central del proyecto, tampoco alcanza el nivel que se esperaba de su vuelta. El resto del elenco —Juana Acosta, Maxi Iglesias, Enrique Arce, Hovik Keuchkerian, Miriam Giovanelli, Fariba Sheikhan y Luis Tosar— queda atrapado en diálogos artificiales y una dirección que conduce a la sobreactuación.
La comparación con Nine Perfect Strangers es inevitable, pero Matices (2025) carece de la profundidad y el riesgo que hicieron de aquella serie un referente del género. Aquí la ambición dramática se diluye en personajes estereotipados y un misterio que se resuelve sin sorpresa.
Dirigida por Sergio Cánovas, Matices pretende jugar con las sombras de la mente, pero termina entregando un relato plano y predecible, incapaz de sostener el suspenso que promete.