La historia sigue a Miguel (David Verdaguer), un arquitecto paisajista que viaja a Bélgica junto a su pareja. Tras una ruptura inesperada, decide permanecer unos días solo en la ciudad, donde conoce a una mujer mayor que él (Isabelle Renauld). De ese encuentro surge una relación marcada por la serenidad y el entendimiento, que le ayuda a recomponerse emocionalmente y a replantearse su manera de afrontar la vida.
En Siempre es invierno, Trueba retrata una historia de amor alejada de los cánones tradicionales. La relación entre Miguel y la mujer belga no responde a las convenciones románticas ni a los clichés del cine sobre diferencias de edad. No es un amor trampolín ni un amor tirita, sino una conexión fuera del tiempo, sincera y desprovista de artificio. El director utiliza esta historia para reflexionar sobre cómo los afectos pueden surgir en los lugares y momentos más inesperados, y sobre la necesidad humana de encontrar consuelo en el otro cuando las certezas se desvanecen.
El título alude a un estado emocional, más que a una estación del año. El invierno simboliza la pausa, el silencio y la introspección. En ese contexto, el protagonista se enfrenta al vacío que deja una separación, encontrando en una nueva relación una forma distinta de comprender el amor. Rodada entre España y Bélgica, la película alterna espacios abiertos y luminosos con interiores melancólicos, construyendo un tono visual que refuerza la atmósfera de introspección y madurez emocional que caracteriza al relato.
Trueba, que por primera vez adapta una de sus propias obras literarias, explicó que Blitz le ofrecía una estructura cinematográfica clara y un argumento breve, lo que facilitó su traslación al cine. Aun así, el proceso supuso un ejercicio de libertad creativa, al permitirle reinterpretar su historia desde una nueva perspectiva. En declaraciones recogidas por Europa Press, el cineasta reconoció que su vínculo con los personajes ha evolucionado con el tiempo: cuando escribió la novela se identificaba más con Miguel, pero ahora siente una cercanía mayor con el personaje interpretado por Isabelle Renauld.
La cinta también aborda los prejuicios sociales en torno a las relaciones con diferencias de edad. Trueba señala que todavía persiste una doble vara de medir cuando la mujer es mayor que el hombre, algo que quiso reflejar en una de las escenas más comentadas del filme, en la que la protagonista aparece completamente desnuda. El director considera que la incomodidad que esa secuencia puede provocar en algunos espectadores responde a la falta de costumbre de ver cuerpos femeninos maduros representados con naturalidad en el cine.
Siempre es invierno se estrenará el próximo 7 de noviembre, y promete situarse como una de las películas españolas más esperadas del año. Con esta adaptación, David Trueba amplía su filmografía con una obra madura y personal que examina las segundas oportunidades, los vínculos intergeneracionales y la búsqueda de serenidad en medio de la incertidumbre. @mundiario