En el lanzamiento de la tercera temporada de Tulsa King, la leyenda de Hollywood, Sylvester Stallone, no solo discutió la evolución de su personaje, el capo de la mafia Dwight «El General» Manfredi, sino que también ofreció una profunda reflexión sobre su legado, el arte de la escritura y el futuro de la serie creada por Taylor Sheridan.
Stallone, que debutó como protagonista de una serie de televisión con Tulsa King, ha cimentado la producción como uno de los mayores éxitos en la historia de la plataforma. El actor afirmó que la serie, vista por más de 350 millones de personas, lo ha bendecido con una oportunidad para construir una nueva carrera, corrigiendo errores del pasado.
“He visto una industria durante 50 años colapsar, literalmente implosionar sobre sí misma. Es como una casa con una mala base. Se está desmoronando lentamente. ¿Y por qué se está desmoronando? Porque no estamos contando historias identificables. Estamos enviando demasiados mensajes. Esto no es la oficina de correos, no enviamos mensajes. Tratas de entretener, tratas de iluminar, y lo último que quieres hacer es ir a un cine a recibir una lección. Yo no. Entonces, lo que ha sucedido en el streaming, y Paramount en particular, es que ahora tienen un énfasis en la historia, que es lo que siempre ha sido”.
El actor abordó el desafío de ingresar al saturado género de gánsteres, señalando que la clave fue centrar la narrativa en la reinvención y la conexión humana. Stallone comparó la necesidad de amor en Tulsa King con su obra cumbre, Rocky, insistiendo en que la saga de boxeo es fundamentalmente una historia de romance.
«Le he estado diciendo a la gente durante 50 años que Rocky es una historia de amor. Sin Adrian, no hay historia», explicó Stallone, destacando que por ello fue vital reintroducir la familia en la vida de Dwight. El actor enfatizó que, incluso en un drama criminal, la vulnerabilidad es crucial para la identificación del público. «Sé que la gente dice, «Uf, películas de acción». Las películas de acción, cuando se hacen bien, son realmente mitología moderna. Y hemos tenido mitología desde que un hombre salió de una cueva. Así que, si puedes agregar algo a la mitología, como el factor humano que es la fragilidad, que es la incapacidad para superar el miedo y muestras que soy humano, entonces la audiencia se sube al viaje», declaró.
Al reflexionar sobre el leitmotiv de su personaje, un hombre de 75 años forzado a empezar de cero, Stallone ofreció una perspectiva personal: «La peor enfermedad, la más fatal del mundo, es la enfermedad de la soledad. El aislamiento es tan triste. Dwight tiene que elegir entre ser un hombre amargado o construir una nueva ‘familia’ de inadaptados que, juntos, encajan».
El actor y productor ejecutivo ofreció una visión íntima de su riguroso proceso creativo, revelando que la escritura de guiones es su mayor desafío. Stallone mostró documentos con «miles y miles de palabras reescritas» y describió el proceso con una metáfora sorprendente: «La escritura es clave. Es simplemente agotador mentalmente. Es casi matemática verbal. El diálogo tiene que sumar algo». En cuanto a su rol como productor, enfatizó la importancia de la colaboración constructiva: «Si vas a criticar, es mejor que tengas una solución mejor. Tienes que ser parte de la solución». Para la tercera temporada, Stallone asegura que el equipo de guionistas ya alcanzó el equilibrio perfecto de corazón, energía y humor que él busca, permitiéndole concentrarse solo en la actuación.
Stallone comparó el impacto de la serie con sus éxitos más grandes, asegurando que si bien «no hay nada como Rocky,» pues fue el pico de su carrera, Tulsa King tiene el potencial de estar a la altura gracias al regalo del streaming. Al mirar hacia el futuro, el actor advirtió que los espectadores deben prepararse para un cambio drástico, ya que la cuarta temporada (actualmente en desarrollo) será un reto existencial para Dwight. «La temporada 4 va a ser una explosión, va a ser muy, muy, muy traumática. […] La vida es constantemente un terremoto. Siempre estamos teniendo temblores», adelantó.
El actor concluyó que su ambición sigue intacta, impulsada por «el amor por el juego» y la necesidad de mejorar. «Quiero ser más sincero, más emocional, espiritual si quieres llamarlo. Creo que se llama sabiduría, que es lo realmente importante», cerró.