 
        El más reciente largometraje del escritor y director coreano-chino Zhang Lu, Mothertongue (Lengua Materna), sigue la estructura clásica de la comedia dramática de Hollywood: una estrella de cine, Chunshu (Bai Baihe), regresa a su ciudad natal, Chengdu, después de que su carrera y vida amorosa colapsaran. Allí, se reencuentra con su joven madre, Fang Lijuan (Peng Jin), y su ex profesor de actuación, Zhang Mei (Liu Dan), que padece pérdida de memoria. También se cruza con Wang Dongdong (Wang Chuanjun), un soltero que podría ofrecerle una nueva relación.
Aunque la película contiene los ingredientes de títulos como Sweet Home Alabama o Garden State, posee un sabor único determinado por su escenario: Chengdu, la bulliciosa capital de Sichuan. Chunshu se encuentra en medio de una crisis de la mediana edad y se siente una extraña en su propia ciudad, hasta el punto de que ya no habla el dialecto local, lo que subraya su alienación.
Un Cine sobre la Muerte del Cine
La crónica de Zhang Lu es también una meditación sobre la industria cinematográfica y, quizás, sobre su declive. Muchas escenas están ambientadas en los abandonados Emei Film Studios, que una vez fueron el epicentro de la producción cinematográfica en Sichuan. Ahora son una «ciudad fantasma» llena de equipos en ruinas por los que Chunshu deambula, una actriz que decidió dejar el juego atrapada en un estudio que ya no funciona.
A pesar de su tono melancólico, Mothertongue no es deprimente. Bai Baihe, conocida por éxitos de taquilla como Monster Hunt, aporta una presencia luminosa incluso en las escenas cotidianas y pausadas, capturando la constante introspección de Chunshu mientras intenta reencontrarse en el lugar que abandonó por la pantalla grande.
Sutileza Emocional y Divagaciones Estilísticas
Las interacciones entre Chunshu y Wang Dongdong son algunos de los puntos más fuertes de la película. Ambos cuarentones solitarios redescubren Chengdu, aunque con motivos distintos: Dongdong cuida a su madre, y Chunshu lidia con una madre que es solo 16 años mayor que ella y vive una tumultuosa historia de amor.
Zhang Lu evita el histrionismo, favoreciendo una sutileza que a menudo se asemeja a un documental. El director de fotografía Piao Songri (colaborador en The Shadowless Tower), captura el singular paisaje urbano de Chengdu canales, torres y jardines enmarcando a los personajes con una cámara que evoca una sensación de intimidad.
Con una duración de poco más de dos horas, la película a veces divaga, exhibiendo, según algunos, «autoindulgencia» con referencias internas al cine (insider baseball), como una escena de casting con un cineasta de arte y ensayo vinculado a Cannes o la visita a un complejo de apartamentos llamado «Palme d’Or Estate». Sin embargo, en el fondo, la película trata sobre algo más profundo: Chunshu regresa para recoger los pedazos de una existencia que abandonó, confrontando el descuido materno en el proceso.
En última instancia, Mothertongue se revela menos como una comedia romántica y más como una historia sobre la necesidad de dejar atrás las películas cuando la vida llama, permitiendo a Chunshu descubrir su verdadera identidad lejos de la cámara.
 
         
         
         
        