Estamos ante la película de un debutante en la dirección, pero, a la vez, de un experimentado autor teatral y guionista nominado hasta en cuatro ocasiones por sus libretos de 7 vírgenes (2005), After (2009), Grupo 7 (2012) y Modelo 77 (2022).
Rafael Cobos ha estrenado en la Seminci su primer largometraje como director: Golpes, cine negro ambientado en los 80, época que Cobos ha explotado con éxito en la gran mayoría de sus trabajos.
Golpes narra la historia de Migueli, un delincuente que sale de prisión en la cambiante España de inicios de los años 80. Decidido a mirar hacia el futuro, antes debe cerrar las heridas del pasado. Para ello necesita mucho dinero y lo necesita rápido. Cuando llega a Sevilla, reúne a su antigua banda para realizar una serie de atracos a sucursales bancarias, joyerías e incluso al primer casino de la zona. Pero la policía ha encargado el caso a Sabino, su propio hermano, que conoce muy bien cómo piensa. A pesar de ello, Migueli está dispuesto a llegar hasta el final.
Golpes es una película solvente, ajustada en el tiempo, que no descubre nada nuevo al espectador y que, sin embargo, entretiene.
De manera casi sigilosa, Cobos apela a la memoria histórica, pero sin meterse en cuestiones políticas. Sobre todo prima la acción y, obviamente, los lazos familiares. Es ahí donde dormita la originalidad de Golpes.
Escrita junto al guionista Fernando Navarro (Verónica, Segundo premio), el realizador ha explicado en rueda de prensa en la Seminci que Golpes parte de su interés por contar una historia de atracadores poco convencional, que luego fue enriqueciéndose con un profundo comentario sobre la memoria histórica española: «Esta aproximación forma parte de la manera que entendemos el cine Fernando y yo; de ver cómo podíamos forjar una metáfora para acercarnos a esa Historia no contada. La Transición se ha representado muchas veces en el cine, pero no tanto sus consecuencias, esas preguntas abiertas que no se terminaron de contestar. En esta película encontramos un interesante binomio entre las peripecias del cine quinqui y una película cargada de compromiso político».
Luis Tosar (ganador de tres premios Goya a mejor actor) encarna a uno de los hermanos, el policía Sabino, personaje sobre el que ha admitido: «Me resulta muy familiar, lo reconozco en mi padre y en mis tíos, es extrañamente muy cercano. Forma parte de estas generaciones que han vivido la Transición y ahora le toca la parte de asumir una realidad cambiante con muy pocas herramientas para ello».
Completan el reparto Jesús Carroza en el papel de Migueli y Teresa Garzón como Angelita, actriz que debuta en esta película.
Golpes es una película solvente, ajustada en el tiempo, que no descubre nada nuevo al espectador y que, sin embargo, entretiene, a pesar de la música de Bronquio que, si bien cumple una función emocional, por momentos incomoda de más. @opinionadas