La obra cinematográfica de Isabel Coixet se compone de un buen puñado de obsesiones que va desgranando con mayor o menor acierto cada vez que se pone tras la cámara.
Con Tres adioses, la directora española vuelve a sobrecoger al espectador como ya hizo con Mi vida sin mí en 2003.
De hecho, hay puntos de encuentro entre aquella y esta película. “Me pareció que podía darle una vuelta de tuerca a mis obsesiones de siempre que son, más que cómo morir bien, cómo vivir bien sabiendo que nos vamos a morir”, dijo Isabel Coixet en la rueda de prensa posterior al estreno internacional del largometraje este viernes 24 de octubre.
En la adaptación cinematográfica de Tres cuencos, el último libro escrito por Michela Murgia antes de su fallecimiento hace dos años, Enrico Audenino e Isabel Coixet se han centrado en dos de sus relatos: el de Marta (la sublime Alba Rohrwacher) y el de Antonio (un Elio Germano en su mejor momento). Una mujer y un hombre a los que conocemos justo en el momento en que se separan. La película recorre todas las etapas de las relaciones humanas, los altibajos, los miedos, las incertidumbres.
Marta sufre en silencio y somatiza la ruptura con Antonio, vomitando continuamente. Antonio cree que ya no ama a Marta, pero cada rincón de Roma, cada plaza, cada supplì, cada lugar que frecuentaban juntos le trae a la mente el recuerdo de ella y, poco a poco, se da cuenta del error que ha cometido. A su alrededor, un baile de personajes vulnerables y fuertes, que buscan en el amor un bálsamo para curar las heridas de la existencia y darle sentido.
Cuando Marta descubre que detrás de esos vómitos hay un problema de salud, todo da un giro inesperado y empieza a vivir sin miedos, a abrirse al mundo y a preocuparse por los demás.
Tres adioses es un drama romántico muy emotivo de contrastes técnicos notables.
La historia transcurre en Roma, una de las ciudades más cinematográficas del mundo y un reto complicado, precisamente por ello. “Fue bonito y difícil ya que teníamos una estructura técnica de película clásica, pero he procurado ciertos contrastes como rodar escenas en Super 8mm con una cámara que cuesta 25€ en eBay”, explicaba Coixet.
Efectivamente, Tres adioses se compone de retazos visuales más creativos, muy bellos, marca de la casa Coixet.

La banda sonora de la película es muy acertada y hay algunas canciones como la interpretada a dúo por la cantante italiana de 91 años Ornella Vanoni junto al rapero italiano Mahmoud, de 33 años, que es maravillosa y añaden más sentimentalidad, si cabe, a la frágil historia de Marta, la protagonista.
La SEMINCI arranca con fuerza, con lleno en el primer pase de Tres adioses en el Teatro Carrión de Valladolid, y aplausos tras su proyección. @opinionadas