
martes 21 de octubre de 2025
Cuando el cielo se equivoca (Good Fortune, 2025) sigue a Arj (Aziz Ansari), un tipo con mala suerte que se gana la vida trabajando. Del otro lado está Jeff (Seth Rogen), un millonario que vive en las colinas de Hollywood y que llama a Arj para que le haga varios arreglos en su casa y, a la vez, sea su asistente. En esta situación aparece Gabriel, un ángel del valle (Keanu Reeves), que provoca que las vidas de Jeff y Arj se intercambien.
Situada en un universo pseudo-fantástico donde los ángeles están materializados y cada uno tiene una especialidad, la estructura del filme recuerda bastante al remake estadounidense de Un ángel enamorado (City of Angels, 1998), donde un ángel acompaña a la persona que cuida para guiarla por un buen camino y que aprenda a valorar su vida. Con esto en mente, en su ópera prima Ansari reinterpreta un poco este concepto y añade el elemento del cambio de cuerpo, con un énfasis especial en la transformación de vida de los dos protagonistas, que resulta sutil y evita los lugares comunes. En esta dinámica se abordan temáticas como la vida y el destino individual, la meritocracia, la diferencia de clases, los problemas económicos y el sistema laboral.
Estas problemáticas se desarrollan de manera directa y sin concesiones, logrando un tono de crítica social convincente que conecta con el espectador gracias al realismo con que se tratan. Además, ofrece una temática fresca dentro de las comedias hollywoodenses al dar espacio a la existencia de dificultades económicas y a la cultura del trabajo. Por su parte, el impulsivo y servicial ángel Gabriel (Keanu Reeves) juega un papel crucial, siendo la pieza clave para el momento reflexivo que lleva a Arj a apreciar lo que tiene y a Jeff a valorar su vida y entender la importancia del trabajo. Este proceso de reflexión también alcanza a Gabriel cuando debe bajar a la realidad y enfrentarse a ella, poniéndose en el lugar de Arj para comprender la miseria que vivía.
Aunque el mensaje principal se instala correctamente a lo largo del film, el guion no logra alcanzar la profundidad que sugiere su temática, ya que entrega la información de manera demasiado explícita, sin dejar espacio para que el espectador descifre el mensaje por sí mismo. Además, la narrativa se siente débil en algunos momentos debido a un hilo argumental flojo, apoyado en un uso excesivo de montajes que muestran las distintas actividades de los personajes para acelerar la trama. Esta decisión hace que, a partir del segundo acto, la película se torne redundante y monótona, repitiendo las mismas decisiones y reiniciando el concepto principal una y otra vez sin avanzar hacia un desenlace concreto.
Como ópera prima, Cuando el cielo se equivoca es una película bastante arriesgada para lo que suelen ser las comedias de este estilo, atreviéndose a abordar temas que habitualmente se evitan en producciones similares, sin perder el tono humorístico que establece desde el principio. Sin embargo, se siente amateur en varios aspectos, debido a errores de guion que vuelven a la película demasiado literal y con poca correlación entre algunos elementos presentados.