
▲ El cantante británico Sting presenta en París The Last Ship, musical que él mismo escribió, compuso e interpreta.Foto Imagen promocional
Afp
Periódico La Jornada
Lunes 20 de octubre de 2025, p. 8
Boulogne-Billancourt., El cantante británico Sting, antaño líder de The Police y ahora al frente de su musical The Last Ship, reivindica la dimensión política del arte frente a los dirigentes “cuya idea es separarnos a todos”.
El artista, ganador de 17 premios Grammy y con más de 100 millones de álbumes vendidos, de gira a sus 74 años con su trío, habló con Afp durante la presentación en París de este espectáculo musical, en parte biográfico, que él mismo escribió, compuso e interpreta.
El musical –en principio un álbum conceptual de 2013– que lleva varios años de gira por todo el mundo, podrá verse en la sala parisina La Seine Musicale a partir del 18 de febrero.
Con esta inmersión en su ciudad natal, Wallsend, una localidad naval obrera del noreste de Inglaterra, Gordon Sumner –su verdadero nombre– rinde homenaje a la comunidad que lo vio crecer.
El músico considera este espectáculo “una declaración política”.
–¿Por qué regresa a sus raíces en este espectáculo?
–Toda mi vida ha consistido en escapar de lo que se me ofrecía. En cierto momento, me di cuenta de que lo que me dieron de niño era muy valioso: una comunidad, una familia, un pueblo con un propósito. Mi forma de saldar la deuda con mi comunidad fue contar la historia de una industria (naval) que el gobierno cerró, pero también entretejiendo una historia de amor. Además, creo que trata muchos problemas universales a los que nos enfrentamos en la sociedad: muchas comunidades están perdiendo su trabajo, debido a la tecnología, la inteligencia artificial (IA). Tenemos que resistir a lo que está pasando. El espectáculo es una especie de declaración política.
–¿Se puede resistir con la música, el arte?
–Creo que el arte es una máquina de empatía, donde podemos ver el mundo a través de los ojos de otras personas, ponernos en el lugar de otra persona y ver su punto de vista. Eso es muy valioso, porque hay políticos en el mundo en este momento cuya idea es separarnos a todos, decir: ‘tú perteneces a este club y no puedes entrar aquí’. Esa separación no es útil para la sociedad. Sin duda, no es buena para la paz. El arte tiene un papel que desempeñar en la lucha contra esa tendencia. Por eso estos políticos quieren deshacerse del arte, la educación, la ciencia y la diplomacia. Todas estas cosas son importantes para mí.
–¿Le preocupa la IA, que está revolucionando la creación musical?
–No tengo miedo, todavía no. Creo que produce una copia interesante, pero no transmite emociones. Pienso que hay una forma de utilizarlo para la investigación médica. Pero para producir realmente arte que queramos ver o escuchar, no estoy seguro. Me preocupa más lo que la IA puede hacer a nivel político, el daño que puede causar en manos equivocadas. Dirigentes que la utilizarán para reforzar la vigilancia de la sociedad. Es una herramienta muy útil para mantener a la gente bajo control. Eso me da más miedo que una invasión artística.