Estrenada en 2004, ‘Shutter: El fotógrafo’ (título original: Shutter Kodtid Winyan) se consolidó rápidamente como una de las películas de terror tailandés más influyentes a nivel mundial. Dirigida por Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom, esta cinta trascendió las fronteras de Asia para convertirse en una obra de culto, famosa por su atmósfera opresiva y su impactante giro final.
La trama sigue a Tun (Ananda Everingham), un joven fotógrafo, y su novia Jane (Natthaweeranuch Thongmee). Regresando de una fiesta, la pareja atropella accidentalmente a una mujer misteriosa en una carretera rural. Aterrorizados, huyen de la escena y deciden silenciar el suceso.
Poco después, la vida de Tun y sus amigos se convierte en una pesadilla. El fotógrafo comienza a detectar extrañas sombras y rostros blancos en sus fotografías reveladas. Jane, atormentada por sueños terribles y la culpa, sospecha que están siendo perseguidos por el fantasma de la mujer que atropellaron.
El Impacto Global del J-Horror
Aunque la película se alinea con la ola de terror asiático de la época (junto a títulos japoneses como The Ring y Ju-On: The Grudge), ‘Shutter: El fotógrafo’ se distingue por la forma en que integra el miedo sobrenatural con un profundo drama psicológico y la fotografía como elemento narrativo central.
El film fue un éxito masivo en Tailandia, convirtiéndose en la película más taquillera de su país en 2004. Su éxito internacional fue tal que generó múltiples remakes, incluyendo una versión estadounidense en 2008 titulada Retratos del más allá.
La crítica destacó la hábil construcción de la tensión y, sobre todo, la impactante y memorable revelación final, que ofrece una explicación escalofriante al sufrimiento del protagonista, redefiniendo la relación entre Tun y el ente fantasmal, Natre (Achita Sikamana).