
sábado 18 de octubre de 2025
Señor Scorsese (Mr. Scorsese, 2025) es la docuserie que hacía falta en estos tiempos de biopics a granel. La trayectoria del director de Taxi Driver (1976) y Buenos Muchachos (GoodFellas, 1990) converge en este vibrante retrato cinematográfico.
Un octogenario Martin Scorsese se sienta para repasar sus recuerdos de vida —el primero data de sus tres meses, sentado en el cochecito, comenta— y bucear en su inspiración artística. La docuserie de cinco episodios revela la relación directa entre su infancia en Little Italy y el carácter de su obra. Sus dilemas espirituales y angustias existenciales fueron plasmados repetidamente en la pantalla: la firma de un AUTOR con mayúsculas.
Scorsese recuerda la violencia callejera e el barrio italiano de Nueva York. Menciona las figuras que guiaron su camino profesional: su padre, su profesor en la UNY, el particular sacerdote del barrio y John Cassavetes, quien le aconsejó seguir su voz interior para sus películas. También aborda los amores y las sociedades creativas construidas a lo largo de su carrera, desde amigos de la infancia, parejas, colegas del nuevo Hollywood, hasta los actores Robert De Niro y Leonardo DiCaprio. Un recorrido narrado en primera persona que sigue el tiempo cronológico de sus realizaciones cinematográficas.
La oscuridad inerte al ser humano es el gran tema de este documental. Un tema profundo arraigado a la propia vida del cineasta, presente en las mejores escenas de sus filmes, sea Calles peligrosas (Mean Street, 1973), La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988) o Buenos muchachos. Un concepto desarrollado a través de sus personajes más iconicos, outsiders del mundo absorbidos por su disputa interna entre el bien y el mal, que muestran el calvario interior sufrido por Scorsese en la industria del cine a la que tanto le costó integrarse.
También el asma que lo confinaba en casa de niño y que lo hizo refugiarse en el cine, o la violencia observada desde la ventana de su departamento como un “espectador ideal”, sus problemas con las drogas, se convirtieron en elementos centrales en su filmografía. Sumado a esto, el cine independiente y la movida cultural que transformó el mundo en los años sesenta son pilares en su búsqueda como cineasta, plasmada en la pantalla con su distintivo color rojo.
La docuserie, dirigida por Rebecca Miller (La balada de Jack y Rose, Llegó a mí) y con Ron Burkle como productor ejecutivo, se destaca por la honestidad con que se exponen los diversos temas en pantalla. Un trabajo realizado con imágenes inéditas de su archivo personal y testimonios exclusivos que no dejan aspecto de la vida de Marty sin explorar. Un retrato cinematográfico que solo consigue acentuar el deseo de seguir indagando en la genialidad inagotable de uno de los últimos grandes autores de Hollywood.