
El Festival Internacional de Cine para Niños y Jóvenes de Sharjah (SIFF), en su 12ª edición (del 6 al 12 de octubre), ha consolidado su creciente estatura como uno de los escaparates más dinámicos y conectados globalmente en el mundo árabe para el nuevo cine. La programación de este año contó con 76 películas de 26 países, seleccionadas entre más de 1.700 propuestas. La inclusión de obras de países como Santo Tomé y Príncipe, Belice y Ecuador no solo reflejó un alcance internacional en expansión, sino también una ambición artística cada vez más profunda.
El lanzamiento del Congreso Mundial de Cine Infantil y Juvenil en el marco del Festival subrayó su papel en evolución: no solo como plataforma de proyección, sino como un espacio vital para el diálogo, la tutoría y la colaboración intercultural. Las películas en competencia demostraron el sorprendente peso emocional y político que pueden tener las historias arraigadas en las perspectivas de los jóvenes, explorando la identidad, la resiliencia y la pertenencia a través de nuevas narrativas.
Largometrajes destacados: Animación y drama
La animación neerlandesa y belga ‘Miss Moxy’ (2025), dirigida por Wip Vernooij y Vincent Bal, se llevó el premio a la Mejor Película Animada. El filme encantó al público con la odisea inesperada de una gata mimada que se pierde durante unas vacaciones y debe formar una improbable amistad con un perro y un pájaro. La película combina aventura lúdica con sinceras lecciones sobre la empatía. En el ámbito del drama, ‘My Driver and I’ (Salma wa Gamar, 2024), de Ahd Kamel (Arabia Saudita), ganó la Competencia de Largometrajes. Este primer largometraje de Kamel está ambientado en el Yeda de los años 80 y 90, y narra la poderosa amistad entre una joven saudita y su conductor sudanés, un lazo que desafía los límites sociales y el tiempo.
Otros largometrajes importantes incluyeron el drama de época saudí ‘Hajeer’ (Sara Talab), sobre un joven músico que pierde la audición, y la emotiva producción surcoreana ‘2:15 PM’ (Seryeong Jeong), que traza la tierna amistad entre dos jóvenes unidas por el secreto y la resistencia al abuso. También brilló la animación indonesia ‘Jumbo’ (Ryan Adriandhy), que ha roto récords de taquilla en el sudeste asiático con su fantasía sincera sobre un huérfano y un fantasma.
Voces árabes y cine global en formato corto
La sección de cortometrajes árabes premió a ‘El mulá’ (2023) de Bahaa Alkadumy (Irak) como Mejor Cortometraje Narrativo, por su drama simbólico sobre la lucha de un niño con impedimento del habla contra la autoridad de su maestro. También se destacó ‘Botellas’ (2024) de Yassine El Idrissi (Marruecos), que examina cómo la compasión choca con las expectativas sociales y religiosas.
En la Competencia de Documentales, el premio fue para ‘Guardianes de las montañas’ (2025), de Ali Fuad (Emiratos Árabes Unidos). Esta obra lírica y elemental es una oda meditativa a las comunidades que habitan los picos de Ras Al Khaimah, renunciando al diálogo para capturar la resistencia y la pertenencia a través del paisaje y el ritual.
El cine internacional también fue reconocido, con ‘Cómo abrir la puerta’ (2024), de Ji Wan Park y Joan Ji Yeah Hui (Corea del Sur), ganando el premio al Mejor Cortometraje Internacional por su retrato surrealista de aislamiento. Otros ganadores clave incluyeron a «Coop» (Mujtaba Alhejji, Arabia Saudita) como Mejor Película Estudiantil y «Every Living, Breathing Moment» (Angelo Visser, Estados Unidos) como Mejor Película para Niños y Jóvenes. Las menciones especiales a los jóvenes actores Miron Provorov y Park So-yi subrayaron el reconocimiento del jurado a las actuaciones que unieron la sinceridad juvenil con la madurez cinematográfica.