
En el Mercado Internacional de Cine Clásico (MIFC) en Lyon, la reunión más grande del mundo dedicada al negocio del cine patrimonial, Justine Ryst, directora de la sucursal de YouTube para Francia y el sur de Europa, pronunció un discurso que resonó en toda la industria. Coincidiendo con el 20 aniversario de la plataforma, Ryst fue categórica: «YouTube es ‘la plataforma’ para el cine patrimonial, un lugar donde la cultura perdura, uniendo generaciones de audiencias». Ante una audiencia de profesionales europeos, Ryst posicionó a YouTube no como un competidor, sino como un aliado esencial para mantener viva la historia del cine, un lugar que ofrece una «vida después de la muerte» a las obras cinematográficas y televisivas.
El cementerio que se convirtió en sala de cine
La tesis central de Ryst es que, en YouTube, las películas y los programas «no desaparecen, vuelven a vivir». Este renacimiento se produce a través de múltiples formatos, desde clips y restauraciones hasta recomendaciones algorítmicas, y se apoya fundamentalmente en la participación activa de los creadores de contenido. Ryst destacó la creciente influencia de estos, quienes a través de remixes, miniaturas o clips cortos, curan y reviven el cine patrimonial para las audiencias nativas digitales. Es este «diálogo continuo entre generaciones» lo que Ryst considera vital para el papel de la plataforma en la preservación cultural.
La ejecutiva explicó que los espectadores más jóvenes a menudo descubren películas que encantaban a sus padres, siendo impulsados de regreso al trabajo original por una miniatura o un clip. Subrayó, además, una distinción clave en el debate público: YouTube no es un canal, sino una infraestructura personalizada gobernada por algoritmos y pautas comunitarias. Ryst enfatizó que YouTube se ha convertido en el punto de encuentro entre los hábitos de visualización contemporáneos y el acervo fílmico clásico.
El modelo de estrategia digital del INA y Arte
Para ilustrar cómo las instituciones culturales pueden capitalizar el ecosistema de YouTube, Ryst presentó dos «estudios de caso» franceses exitosos. El Institut National de l’Audiovisuel (INA), el vasto archivo audiovisual nacional, ha subido miles de horas de contenido histórico en unos 50 canales temáticos. Ryst elogió su «clase magistral de estrategia multiformato», utilizando clips verticales, videos largos, podcasts y transmisiones en vivo para conectar contenido de hace 50 años con temas de actualidad social.
El segundo ejemplo es Arte, el canal cultural franco-alemán, elogiado por su «estrategia de omnipresencia». Arte utiliza más de 30 canales temáticos en YouTube para amplificar su alcance, cubriendo desde el cine de autor hasta la cultura pop. Estos ejemplos, según Ryst, demuestran que el objetivo no es competir con la plataforma, sino usarla para amplificar el contenido cultural.
Mirando hacia el futuro, Ryst abordó el papel de la Inteligencia Artificial en el ecosistema. Subrayó que las herramientas de IA, especialmente para el doblaje y la traducción, serán «increíblemente poderosas» para que las obras europeas viajen más fácilmente a través de idiomas y fronteras, beneficiando a los titulares de derechos y a la comunidad de creadores. Al concluir su intervención, Ryst vinculó la credibilidad del contenido con la comunidad digital: construir un «activo en vivo» en YouTube, con millones de suscriptores y horas de contenido, es una prueba de valor incalculable para cualquier titular de derechos o distribuidor.