
La nueva película de Paul Thomas Anderson, Una batalla tras otra, protagonizada por Leonardo DiCaprio, se perfila como uno de los mayores tropiezos financieros del año. Según reportes de Variety, el filme podría perder cerca de 100 millones de dólares, pese a sus elogios críticos y aspiraciones al Óscar.
El drama bélico, con una duración cercana a las tres horas, ha recaudado 140 millones de dólares a nivel mundial, pero necesita al menos 300 millones para recuperar su inversión. Warner Bros. destinó más de 130 millones al rodaje y otros 70 millones a promoción, sin contar la participación de DiCaprio, quien recibe un porcentaje de los ingresos desde el primer dólar recaudado.
El fracaso de One Battle After Another se suma a una racha complicada para las películas dirigidas a audiencias adultas. Títulos como The Smashing Machine, protagonizada por Dwayne Johnson, y Roofman, con Channing Tatum, también se han desplomado en taquilla. The Smashing Machine, una biopic deportiva de A24, sufrió una caída del 70% en su segundo fin de semana, mientras que Roofman apenas debutó con 8 millones de dólares.
Cambios en el cine
Analistas atribuyen estos tropiezos a un cambio de hábitos en el público, que ahora prefiere esperar los estrenos en plataformas de streaming. “Los espectadores ya no sienten que deben correr al cine para ver estos títulos. No se han vuelto eventos imperdibles”, explicó Shawn Robbins, experto de Fandango.
Warner Bros., sin embargo, ha salido en defensa del proyecto. En un comunicado, el estudio aseguró que las cifras publicadas por Variety son “estimaciones erróneas” y destacó que su catálogo de 2025 ya supera los 4 mil millones de dólares en taquilla global, impulsado por éxitos como Sinners y Minecraft: The Movie. @mundiario