
La historia sigue a Lucas, un hombre de 47 años interpretado por Guzmán, y a Antonia, una anciana que convive con él en un modesto piso del centro de la ciudad. La vida de ambos transcurre de manera cotidiana, marcada por la rutina, el cariño mutuo y el humor, hasta que un proceso de gentrificación amenaza su hogar. La adquisición del edificio por parte de un fondo de inversión los obliga a abandonar su vivienda, desatando una serie de decisiones desesperadas por parte de Lucas que incluyen intentos de conseguir dinero por cualquier medio, aunque no sean legales, provocando consecuencias trágicas para los personajes de la historia.
Daniel Guzmán ha señalado que La deuda surge de un vínculo muy personal: “Esta película nace de una deuda que tenía pendiente con mi abuela, que fue una gran referente para mí”. El director también destaca que la cinta es “la más ambiciosa” que ha realizado, y recuerda que su interés por las historias de mayores ya había estado presente en sus trabajos anteriores, como en A cambio de nada o Canallas, donde los personajes ancianos y sus relaciones familiares ocupaban un lugar central. En este proyecto, el personaje de Antonia, interpretado por Rosario García, de 92 años, refuerza este hilo temático, cerrando un ciclo narrativo dedicado a la tercera edad y al respeto hacia los mayores.
La película combina elementos dramáticos con toques de thriller, mostrando cómo la crisis económica, la presión urbana y la gentrificación afectan a los residentes de los centros urbanos. La convivencia de Lucas y Antonia se ve interrumpida por fuerzas externas que los empujan a situaciones límite, donde la moral y la legalidad se ponen a prueba. La trama refleja también la vulnerabilidad de los jóvenes en este contexto, mostrando cómo la transformación de los barrios impacta en diferentes generaciones.
En La deuda, el tema de la gentrificación se aborda de manera directa: “No solo estamos echando a los ancianos, también a los jóvenes”, comenta Guzmán. La película propone una mirada crítica a la pérdida de los espacios de vida tradicionales y a las consecuencias humanas de estos procesos urbanísticos. El conflicto central, la deuda económica y los esfuerzos de Lucas por proteger su hogar y a Antonia, sirven de eje narrativo para explorar la culpa, la responsabilidad y los vínculos intergeneracionales.
El estreno en cines españoles está programado para el 17 de octubre y el tráiler oficial ya ha sido difundido en exclusiva, ofreciendo un primer vistazo a la ambientación urbana, los personajes y la intensidad emocional que caracteriza a la película. La colaboración con RTVE asegura un respaldo de producción sólido, así como la posibilidad de difundir la obra a un público amplio interesado en dramas sociales con impacto contemporáneo. @mundiario