Europa Press
Periódico La Jornada
Jueves 16 de octubre de 2025, p. 9
Madrid. El realizador francés Luc Besson presentó ayer en el Sitges Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya su versión de Drácula, y aseguró: “No me gustan las películas de terror. Es sobre la historia de amor”.
Aseguró que le interesaba “la historia de amor de este hombre que espera 400 años sólo porque quiere decir adiós a su esposa”.
Admitió que las películas de terror le dan miedo y que la primera vez que vio una versión de Drácula a los 11 años aguantó 10 minutos.
“Creo que hoy día lo que más necesitamos es amor”. Está contento de haber realizado esta película sobre esta temática, añadió.
En la cinta, proyectada fuera de concurso en la sección Sitges Collection, el príncipe Vladimir (Caleb Landry Jones) reniega de Dios tras la muerte de su mujer y se convierte en Drácula, condenado a vagar por los siglos con el objetivo de volver a reunirse con ella.
Besson afirmó que en el cine actualmente cuando se dirige una película aparecen “mareas de haters que van a criticar haga lo que se haga, y que su respuesta a ellos es ‘los quiero”’.
El director mencionó que respecto a las modificaciones que introdujo en la obra en cuanto al original de Bram Stoker, se guió por si mismo en el interés por ese hombre “desesperado” en su espera por despedirse de su amada.
Zoë Bleu, que interpreta a la princesa Elisabetta y a Mina, dijo que es una historia “muy romántica”, y que ha intentado no fijarse mucho en versiones anteriores ya que la hubieran distraído.
Esta no será la única versión de Drácula en esta edición del Festival de Sitges, ya que también proyectará el acercamiento del realizador rumano Radu Jude, que es una mezcla de historias, procedentes de diferentes épocas y lugares, el mito y una reflexión sobre una figura clave del terror y de las posibilidades expresivas del lenguaje cinematográfico.
La actriz señaló que la versión de Besson se diferencia de otras cintas –que le gustan– por ser una historia de amor, y que se trata de un relato que fomenta el amor “en un mundo que ya vierte demasiada sangre”.