
Cuando Calif Chong crecía en un hogar de clase trabajadora de Hong Kong, nadie en su familia iba al cine. Pero las comedias de Stephen Chow lo cambiaron todo para ella.
«Pensé, oh Dios mío, si pudiera convertirme en la versión femenina de Stephen Chow, ¿qué tan genial sería?», recuerda Chong.
Ahora, con su primer largometraje, High Wire, que se estrena mundialmente en el Festival de Cine de Londres BFI, Chong ha logrado crear una comedia dramática que habla de la experiencia de los inmigrantes mientras hace reír y sentir al público. La película sigue a Go-wing, una chica de comida para llevar británico-china que descubre su fuerza interior cuando un circo llega a su pequeña ciudad. Está protagonizada por Isabella Wei (1899 de Netflix) y el actor de Hong Kong Dominic Lam.
Humor con trasfondo dramático
Para Chong, el proyecto fue una elección deliberada de hacer de su debut una comedia después de que su cortometraje anterior fuera un «drama realmente difícil». «Queríamos que este largometraje fuera agradable para todos», explica.
Sin embargo, debajo del humor se encuentra una exploración más profunda de la dinámica familiar dentro de la comunidad china, un tema que Chong siente que no ha sido retratado con suficientes matices. «Vengo de ese entorno y sé que hay mucho trauma, pero para mi debut, quería ser una mezcla de drama duro, pero también de comedia».
El viaje de la directora al cine fue poco convencional. Tras trabajar como guionista junior en TVB y luego en documentales para RTHK (la BBC de Hong Kong), ganó una competencia de pitching en el Festival de Cine de Berlín, lo que la motivó a estudiar en la Escuela de Cine de Londres.
La protagonista, Isabella Wei, demostró ser perfecta, ya que cumplía el requisito de ser bilingüe, leer chino, bailar y patinar. Además, su interpretación de Go-wing como un personaje introvertido resonó profundamente con la experiencia personal de la directora al ser inmigrante.
Chong vio en el circo una metáfora para la experiencia del inmigrante, ya que ambos superan los límites humanos mientras son, a veces, ignorados o malentendidos. «La gente no lo ve [al circo] como una forma de arte. Eso es lo mismo que el mundo occidental tenía conceptos erróneos sobre los asiáticos», señala.
La película aborda el racismo de manera intencional como comedia. «Tenemos algunos insultos raciales escritos, pero eso fue real», dice Chong, aunque añade que la película se enfoca en las amistades y las personas que quieren conocerles.
Chong espera que High Wire resuene a nivel mundial con cualquier inmigrante: «Espero que las películas sean lo único que pueda unirnos y podamos darnos la bienvenida».