
La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha suspendido temporalmente a la Federación Británica de Baloncesto (BBF) y ha prohibido al equipo masculino participar en competiciones internacionales debido a los “problemas de gobernanza del organismo federativo”, a los que se suma la renuncia del presidente, Chris Grant, quien dimitió el pasado domingo por “razones personales”.
“Tras un amplio examen de la situación, la FIBA ha decido suspender temporalmente la autoridad de la BBF para conceder licencias y al equipo masculino que no podrá participar en competiciones FIBA, a la espera de que se resuelvan los problemas actuales de gobernanza”, indicó el comunicado de federación internacional.
“Estas medidas tienen como objetivo restablecer la integridad reglamentaria del baloncesto masculino en Gran Bretaña lo antes posible”, agregó el escrito, que también deja en duda la celebración del partido de clasificación para el Mundial 2027 ante Lituania.
La medida se produce tras una investigación sobre problemas de gobernanza derivados de la concesión de una licencia de 15 años a GBB League Ltd, liderada por el empresario estadounidense Marshall Glickman, para crear la nueva liga profesional masculina Great Britain Basketball League (GBBL).
Los nueve clubes de la Super League existente denunciaron irregularidades en el proceso y se negaron a unirse a la liga, recurriendo a los tribunales.