
El cine de terror independiente sigue dando de qué hablar con Good Boy, una cinta que combina sensibilidad animal y horror sobrenatural. Dirigida por Ben Leonberg, la película narra los sucesos paranormales de una casa rural a través de los ojos de Indy, el perro de la familia —y del propio director—, cuya actuación ha emocionado tanto al público que el estudio IFC lanzó una campaña para que el canino sea considerado en los premios Oscar.
La propuesta, presentada en tono humorístico, llegó a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en forma de una carta abierta firmada “por Indy”. En el texto, el perro pide que los intérpretes animales sean reconocidos dentro de las categorías de actuación: “A pesar de mi aclamado papel en Good Boy, me han declarado no elegible para la categoría de Mejor Actor. ¿Cuántas grandes actuaciones deben pasar desapercibidas para que la Academia nos dé un hueso?”, se lee en la carta difundida por Variety y Cinemablend.
Aunque la petición no tiene posibilidades reales de prosperar —ya que las normas de la Academia solo contemplan intérpretes humanos—, la campaña ha generado simpatía entre los cinéfilos y ha revitalizado la conversación en torno a los límites del reconocimiento artístico. “Es una carta con mucho humor, pero también una forma de visibilizar el trabajo técnico y emocional detrás de entrenar y filmar con un animal real”, comentó Leonberg a GQ.
Good Boy se ha convertido en uno de los fenómenos recientes del cine independiente en Estados Unidos. Su estreno doméstico recaudó cerca de 2,2 millones de dólares, uno de los mejores arranques de IFC Films en los últimos años. En Rotten Tomatoes, la película mantiene un 90% de aprobación de la crítica, mientras que el público le otorga un 83%. The Hollywood Reporter la describe como “una fábula intrigante y visualmente impecable”, aunque advierte que “su guion se apoya demasiado en el gimmick del punto de vista del perro”.
La propuesta destaca también por su autenticidad técnica: el rodaje se llevó a cabo sin recurrir a efectos digitales excesivos, aprovechando las reacciones reales de Indy en escenarios controlados. Esta elección refuerza el vínculo emocional que la película propone: un perro que, frente al miedo, encarna la pureza de la lealtad.
Con su estreno en España previsto para el 17 de octubre, Good Boy llega acompañada de un curioso debate sobre si los actores animales merecen su propio reconocimiento en la industria. Más allá de este momento curioso, Indy ya ha conseguido lo más difícil: emocionar a miles de espectadores y recordarle a Hollywood que el alma de una buena historia puede venir en cuatro patas. @mundiario