
lunes 13 de octubre de 2025
En el marco del ciclo Saborea Galicia Calidade, impulsado por la Xunta de Galicia con el apoyo de la Embajada de España, el Palacio Libertad fue escenario del regreso de Luz Casal a Buenos Aires. La artista ofreció un concierto en el que recorrió distintas etapas de su trayectoria y presentó temas incluidos en su último trabajo discográfico, Las ventanas de mi alma, además de adelantos de su próximo disco, como ¿Qué has hecho conmigo?
Desde su irrupción en los años ochenta con El ascensor, Luz Casal consolidó una identidad interpretativa que atraviesa estilos y épocas. Su voz —presente en la memoria colectiva a través de canciones como Entre mis recuerdos, No me importa nada, Negra sombra, Vengo del norte y la icónica Un año de amor— volvió a resonar ante un público que la recibió con gratitud y reconocimiento.
El concierto se estructuró en torno a un diálogo entre los clásicos y las composiciones más recientes. Junto a su banda —Faustino Fernández (bajo), Jorge Fernández (guitarra), Pedro Oteo (batería) y Josep Baldomà (piano)—, la cantante interpretó versiones de Gracias a la vida, de Violeta Parra, y Todo cambia, que escribió el chileno Julio Numhauser en 1982 y que inmortalizó Mercedes Sosa, reafirmando su vínculo con la tradición iberoamericana.
El último disco de estudio, Las ventanas de mi alma, marcó el tono de la noche: una exploración introspectiva sobre el paso del tiempo, las pérdidas y la necesidad de seguir cantando. Las nuevas canciones convivieron con aquellas que marcaron la banda sonora de una época, recordando su participación en Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar, donde su interpretación de Piensa en mí alcanzó una dimensión icónica.
Antes de subir al escenario, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires distinguió a Luz Casal por su aporte a la cultura iberoamericana. En su trayectoria figuran el Grammy Latino honorífico, la condecoración de Comendadora de las Artes y las Letras de Francia, el Premio Ondas y el Premio Nacional de las Músicas Actuales de España.
Su recorrido evidencia una coherencia artística sostenida en más de cuatro décadas de trabajo, en las que combinó el pop y el rock con la canción de autor, sin abandonar la raíz expresiva de su propuesta. Su paso por Buenos Aires confirmó el vínculo afectivo que mantiene con el público argentino y el lugar que ocupa entre las grandes voces del idioma español.
El cierre del concierto, con el público de pie, funcionó como una síntesis de ese lazo. Luz Casal agradeció la recepción y dedicó unas palabras a la comunidad gallega residente en Argentina. En su despedida, su canto reafirmó una convicción que atraviesa toda su carrera: la música como espacio de encuentro, memoria y permanencia.