
sábado 11 de octubre de 2025
Ambientada en 1990, Reclutas (Boots, 2025) sigue a Cameron Cope (Miles Heizer), un joven gay que se une al cuerpo de marines junto a su amigo Ray (Liam Oh) para escapar del acoso y de un hogar inestable. Lo que busca como reafirmación personal lo enfrenta a un sistema donde la masculinidad se impone como norma y la diferencia se castiga. Basada en The Pink Marine de Greg Cope White, la serie creada por Andy Parker retrata el entrenamiento militar como un espacio donde la identidad se oculta para sobrevivir.
La puesta en escena se rige por un orden que funciona como forma de represión, pero también como una gramática visual precisa. Cada plano responde a la lógica del adiestramiento, donde la disciplina se traduce en encuadre, ritmo y silencio. Parker utiliza la repetición, la simetría y la contención como recursos expresivos, construyendo un lenguaje donde el control reemplaza al dramatismo. En esa composición rigurosa, la emoción no proviene del exceso, sino del detalle: un parpadeo contenido, una respiración fuera de tiempo, un gesto mínimo que resiste a la norma.
En su sencillez, Reclutas revela cómo el uniforme no solo protege, sino que también moldea. Cada marcha y castigo expone el esfuerzo por domesticar la diferencia, mientras la música pop introduce un respiro frente a la rigidez del orden. El cuartel se vuelve un espejo de la sociedad, un espacio donde la obediencia promete pertenencia y la identidad se construye entre el miedo y la necesidad de afirmarse. Miles Heizer encarna a un protagonista que oculta su deseo sin renunciar a sí mismo, y Vera Farmiga, como su madre, ofrece un contrapunto doméstico donde el control adopta formas más sutiles pero igualmente disciplinarias.
Lejos de la épica o el sentimentalismo, Reclutas equilibra drama y observación crítica para indagar en los límites de la masculinidad y la pertenencia. Andy Parker construye una serie que dialoga con el presente al exponer los mecanismos que aún moldean la identidad bajo la apariencia de disciplina.