
sábado 11 de octubre de 2025
La mentira candente es el título de este unipersonal en el que Bovo reelabora y relata escenas de películas de todos los tiempos. Lo hace desde la intensa emoción que le produjeron y de la manera en que conmovieron a una audiencia colectiva.
La obra propone un vasto recorrido por la historia del cine a través de las historias que lo componen. Se mueve de lo macro a lo micro: desde su historia personal como espectadora hasta la relevancia de los clásicos y su trascendencia en la cultura popular. La actriz, dramaturga y guionista transita fluidamente del escenario a la trastienda, de la pantalla al detrás de escena, exponiendo hábilmente los hilos de la construcción cinematográfica y teatral. Todo en el arte es una construcción al servicio de transmitir emociones, pero también todo es real y verdadero: una «mentira candente», tal como expresa el nombre del espectáculo.
Lejos de caer en reflexiones metafísicas enrevesadas, Bovo elige apelar a la emoción pura de las películas que la marcaron. El eje central lo constituye el género de la comedia romántica, donde el amor es retratado en su máxima potencia. Títulos como Lo que sucedió aquella noche (It Happened One Night, 1934) de Frank Capra, Cuando Harry conoció a Sally (When Harry Met Sally, 1989) de Rob Reiner, Nazareno Cruz y el lobo (1975) de Leonardo Favio, Cama adentro (2004) de Jorge Gaggero, Secreto en la montaña (Brokeback Mountain, 2005) de Ang Lee, Casablanca (1942) de Michael Curtiz, Las alas del deseo (Der Himmel über Berlin, 1987) de Wim Wenders y El gran dictador (The Great Dictator, 1940) de Charles Chaplin, entre otras, son las cintas mencionadas.
Bovo integra el análisis de los elementos formales de la producción audiovisual (puesta de cámara, estructura narrativa, iluminación) con el contenido. Se detiene, en particular, en cómo la técnica fue empleada para modelar y transmitir el amor en sus múltiples formas. Así, el sentimiento supremo del séptimo arte se revela en su máximo esplendor, gracias a la maestría de sus genios creativos, tanto en la interpretación como en la dirección. La doble dimensión del afecto —el amor por el cine y el amor representado en él— se entrelaza en el escenario con absoluta naturalidad.
Un espectáculo imprescindible para rememorar la experiencia cinematográfica en toda su riqueza. Invita a reflexionar y gozar sobre la manera en que el arte de la pantalla grande nos transforma, moviliza y nos guía a descubrir un universo de sensaciones. Un viaje por la memoria y las emociones que solo Ana María Bovo, con su particular habilidad narrativa, es capaz de orquestar.