
miércoles 08 de octubre de 2025
En Bajo las banderas, el sol (2025), estrenada en la Berlinale y premiada en el BAFICI, Juanjo Pereira convierte el cine en un ejercicio de memoria. A partir de fragmentos olvidados, el documental reconstruye el engranaje propagandístico que sostuvo al régimen de Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989. No muestra el poder, lo desmonta: revela la maquinaria visual que lo legitimó a través de noticiarios, discursos y transmisiones internacionales que moldearon una identidad nacional bajo la sombra del dictador.
Lejos del testimonio o la crónica personal, Pereira propone una arqueología de la imagen política. No busca nuevos relatos, sino releer los archivos que sobrevivieron al silencio, aquellos creados para glorificar el poder y que hoy revelan su artificio. Su gesto es doble: rescatar las huellas de una historia negada y exponer su persistencia en el presente.
El film se apropia de las imágenes producidas por el propio régimen y, mediante el montaje, las resignifica. Lo que fue propaganda se transforma en crítica. Pereira construye un espejo donde la imagen ya no obedece al poder, sino que lo desnuda. En ese proceso, dialoga con películas como La televisión y yo (Andrés Di Tella, 2002) o 1982 (Lucas Gallo, 2019), aunque evita el tono solemne: se mueve entre lo trágico y lo irónico, entre la épica oficial y su descomposición.
Su mérito reside en convertir fragmentos dispersos en un relato lúcido sobre el poder de la imagen: materia capaz de oprimir o liberar según su uso. Pereira no idealiza la memoria; la concibe como una disputa simbólica, donde cada decisión —qué mostrar, qué callar— define la conciencia de un país.
En apenas noventa minutos, la película reconstruye cuatro décadas de historia sin caer en la explicación didáctica. Su fuerza está en el montaje, que enlaza propaganda, cinismo y resistencia con precisión rítmica. Bajo las banderas, el sol confirma a Pereira como un cineasta que entiende el archivo no como un depósito, sino como un territorio vivo donde la historia respira y el presente se revela.