Hay ganaderos que a su buen criterio como criadores de bravo añaden su buena pluma. Tal es el caso de Rodrigo Ponce de León, hijo del matador en retiro Raúl Ponce de León, que en tardes de gloria como novillero puntero llenara de emoción y de gente los tendidos de la Plaza México, hoy Plaza Muerta, como pronosticara hace años el cronista de La Jornada, Lumbrera Chico.
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