
El lanzamiento de Una batalla tras otra, la más reciente y aclamada obra de Paul Thomas Anderson, ha demostrado ser no solo una «maravilla vigorizantemente oportuna» en lo cinematográfico, como la describió Richard Lawson para The Hollywood Reporter, sino también un fenómeno de marketing digital inesperado. En el centro de esta estrategia se encuentra Leonardo DiCaprio, uno de los actores de Hollywood más celosos de su privacidad, quien sorpresivamente ha abrazado las plataformas digitales y la cultura viral.
La aparición de DiCaprio en TikTok, en Fortnite y en entrevistas de podcast ha marcado un quiebre en su tradicional hermetismo de prensa. Es un cambio notable para una estrella que acostumbra a conceder entrevistas selectas y a mantenerse alejado del hype mediático, lo que habla de la fe que el actor ha depositado en la película y en la campaña orquestada por Warner Bros. Pictures. La estrategia, dirigida por las codirectoras de marketing cinematográfico global Dana Nussbaum y Christian Davin, buscó posicionar la película de una manera accesible y con un tono irreverente, alineado con el espíritu inesperadamente cómico de la cinta.
El actor ganador del Óscar se sumó activamente a esta inusual gira. Hizo un puñado de TikToks con audio de tendencia, participó en el popular podcast New Heights de Travis y Jason Kelce, y apareció en programas de entrevistas nocturnos como The Tonight Show Starring Jimmy Fallon. Aunque su participación no alcanzó el nivel de inmersión total que se vio con Timothée Chalamet, fue lo suficientemente impactante como para llevar a una estrella de su calibre a la cultura viral.
Las acciones más destacadas incluyeron una incursión en el universo de Fortnite junto a sus coprotagonistas, y una sesión de fotos en el Regal Union Square para un TikTok con el audio de tendencia «Out of My Mind» de B.o.B. con Nicki Minaj, haciendo un guiño al nombre de su personaje, Bob. La coprotagonista, Chase Infiniti, incluso lo persiguió por el cine, rogándole a él y a la PTA que grabaran más clips. En otra escena viral, se asoció con Benicio del Toro para promocionar Fandango en un sketch humorístico. Estos clips ofrecieron al público escenas de las estrellas que nunca antes se habían visto en un ciclo de prensa tradicional. Adicionalmente, se reveló que DiCaprio es Equipo Conrad en el discurso de The Summer I Turned Pretty, según Infiniti durante el viaje a Londres, un detalle que amplificó su accesibilidad ante el público joven.
El tono irreverente que justificó el riesgo digital
Según una fuente bien informada, la razón principal por la que tenía sentido atraer a las figuras de alto perfil de la película a una estrategia digital tan creativa fue el espíritu y la naturaleza de la propia cinta. Una batalla tras otra, inspirada en la novela Vineland de Thomas Pynchon, explora las repercusiones de las acciones de dos ex revolucionarios, Bob (DiCaprio) y Perfidia (Teyana Taylor). Su hija adolescente, Willa (Chase Infiniti), es perseguida por un antiguo adversario, el coronel Steven Lockjaw (Sean Penn), un supremacista blanco que busca encubrir sus fechorías. Con Perfidia desaparecida 16 años atrás, Bob se embarca en el rescate de su hija con la ayuda de los revolucionarios, Sensei Sergio (Del Toro) y Deandra (Regina Hall).
A pesar de que la premisa suena ultra seria, la película no carece de risas, en gran parte gracias a la actuación de DiCaprio, que ofrece momentos de pura payasada. Estos elementos de humor permitieron a los equipos de marketing y publicidad inclinarse hacia un tono irreverente y accesible, posicionando a sus estrellas fuera del estricto molde de la gira de prensa tradicional. La voluntad de DiCaprio de participar en este plan dice mucho sobre la confianza que tiene en el proyecto y en la visión de su director.
La estrategia demostró ser un éxito rotundo, tal como lo afirma Dana Nussbaum, quien señaló que «Cada campaña debe ser personalizada, y tienes que cambiar rápidamente en función de lo que te dice la audiencia». El público se movió a la misma velocidad que el marketing y la recepción en taquilla fue inmediata y poderosa. Una batalla tras otra terminó fácilmente en la cima de la taquilla en su fin de semana de debut, con una ganancia estimada de 22.4 millones de dólares en el país y otros 26 millones en el extranjero, superando los 50 millones de dólares globales. Al día viernes, había alcanzado los 66.4 millones de dólares y se espera que siga subiendo. El fuerte boca a boca y los elogios de la crítica la han mantenido en contienda, asegurando que se convierta en la apertura más alta de Paul Thomas Anderson hasta la fecha.