
viernes 03 de octubre de 2025
El mexicano Santiago Mohar Volkow regresa con Una historia de amor y guerra (2024), una sátira que se atreve a diseccionar los vicios nacionales a través del humor grotesco y la exageración deliberada. La película nos presenta a Pepe Sánchez Campo, un empresario inmobiliario corrupto interpretado por Andrew Leland Rogers, cuyo proyecto de construir un centro comercial de lujo en tierras protegidas desencadena un conflicto que reverbera con ecos históricos.
La cinta establece desde el principio su naturaleza atemporal, mezclando elementos contemporáneos como teléfonos móviles y limusinas con vestuarios de época y referencias al Segundo Imperio Mexicano. Esta elección estética no es casual: busca demostrar cómo los patrones de opresión y corrupción se repiten cíclicamente a lo largo de la historia nacional. Pepe y su prometida Constanza, encarnada por Lucía Gómez-Robledo, funcionan como modernos sustitutos de Maximiliano y Carlota, representantes de una élite desconectada de la realidad del país que pretende dominar.
El diseño de producción se convierte en un personaje más de esta sátira. Los escenarios kitsch y sobrecargados, los vestuarios opulentos y una paleta dominada por los colores patrios crean un universo visual que raya en lo grotesco, reflejando conscientemente el mal gusto y la desconexión de las clases privilegiadas. Esta estética calculadamente recargada sirve como contrapunto perfecto a la representación más austera de los personajes revolucionarios, liderados por la implacable Justina Venganza de Mónica Del Carmen.
El humor de la película oscila entre lo absurdo y lo incómodo, incluyendo elementos como animales parlantes y situaciones que recuerdan al estilo de Monty Python. Aunque no todos los chistes alcanzan su objetivo con igual efectividad, la sátira mantiene su filo crítico al dirigirse específicamente hacia las clases privilegiadas, los empresarios corruptos y los terratenientes, sin convertir nunca a los movimientos de resistencia en objeto de burla.
Donde la película encuentra su mayor fuerza es en su capacidad para utilizar la farsa como instrumento de denuncia social. El guion, inspirado libremente en Noticias del Imperio de Fernando del Paso, construye paralelismos históricos que permiten reflexionar sobre temas como el despojo territorial, la violencia política y las desigualdades estructurales que continúan definiendo la realidad mexicana.
Aunque el ritmo puede resultar abrumador en algunos momentos debido a la abundancia de ideas y elementos narrativos, Una historia de amor y guerra se mantiene como una propuesta valiosa por su originalidad y audacia. Más que una simple comedia, se revela como un ejercicio de crítica social que utiliza el absurdo para cuestionar las narrativas oficiales y evidenciar cómo la historia, cuando no se confronta, está condenada a repetirse como farsa.