
viernes 03 de octubre de 2025
Desde adentro (2025) es uno de esos exponentes del cine de género que combina elementos de las películas de explotación clásicas con un toque de humor absurdo implícito en su propuesta.
Por eso, el guion, escrito por Nicanor Loreti (Diablo, Hermanos de sangre, Kryptonita), se desarrolla en el mundo del hampa con un argumento cambiante. La película alterna escenas corporales —ya sea sexo, gore o situaciones escatológicas— con una persecución interminable dentro de un opresivo galpón.
El problema en este caso es la seriedad de la propuesta, que intenta sorprender con saltos narrativos y argumentales, pero termina desconcertando más de lo que atrapa. Cuando no logra captar al espectador, recurre a efectismos variados: giros bruscos de guion con cambios repentinos de tono, género y estilo, así como golpes de efecto mediante montaje o movimientos de cámara.
El inicio es prometedor. Una mujer (Maggie Bravi) acepta transportar cápsulas de cocaína en su estómago por dinero y a pedido de su pareja (Matías Desiderio), pero en el primer viaje son interceptadas junto a su compañera (Inés Palombo) por policías corruptos (Germán Baudino y Alejandro Fiore), quienes las secuestran para quedarse con el botín. Escapar de ellos se convierte en una persecución interminable con sorpresas de otro planeta.
La película de Matías Xavier Rispau (Me encontrarás en lo profundo del abismo) combina una estética publicitaria en ciertas situaciones (la carrera que termina en lesión, la escena de sexo) con un realismo sucio y de cámara en mano durante la persecución por el laberíntico galpón del secuestro. Allí se muestran paredes descascaradas, vómitos y amputaciones sin pudor.
Los estilos se mezclan sin criterio, dando lugar a una película más preocupada por sorprender con sus efectismos que por contar una historia coherente.