
martes 30 de septiembre de 2025
Los extraños: Capítulo 2 (The strangers: Chapter 2) continúa exactamente donde lo dejó la primera parte de esta nueva trilogía iniciada en 2024 por Renny Harlin, un director que conoce el oficio del suspenso pero que también carga con cierta tendencia a lo funcional. Si bien este segundo capítulo tiene el mérito de no ser un calco tan descarado como el anterior, que básicamente reencarnaba la película original de 2008 con algunos ajustes superficiales, lo cierto es que el paso adelante se siente tímido. No hay grandes riesgos narrativos, no hay quiebres de tono ni apuestas creativas.
La historia retoma el infierno que vivieron Ryan y Maya, interpretados por Froy Gutierrez (Teen Wolf, 2012-2017) y Madelaine Petsch (Riverdale, 2017-2023), desde el minuto cero, donde aparece el primer síntoma de desgaste. El relato se siente más cercano a un largo episodio de una serie que a una secuela cinematográfica, y con eso pierde espontaneidad y tensión.
Aun así, hay aspectos que funcionan: Harlin entiende cómo construir un jumpscare y cómo dosificar la violencia sin que se vuelva gratuita. Los sobresaltos están bien ubicados, el montaje mantiene un pulso ágil y la fotografía apuesta por un contraste de luces frías y sombras agresivas que refuerza la sensación de paranoia.
El guión intenta aportar contexto sobre los asesinos y sobre el entorno en el que operan. Lo que en 2008 funcionaba tan bien por esa arbitrariedad brutal del mal, ese “porque sí” que helaba la sangre y ahora se transforma en un relato más convencional, casi condescendiente, que quiere justificar sus propias sombras.
No todo está perdido, claro, hay un intento, aunque tímido, de construir una atmósfera más amplia y de conectar los eventos con un trasfondo mayor. Si la tercera parte logra tomar distancia del molde y arriesgarse a romper con la inercia, quizás esta trilogía consiga justificar su existencia más allá de la nostalgia. Pero por ahora, se siente como un eslabón más en una cadena que perdió el filo.