
martes 30 de septiembre de 2025
Dibujos imaginarios (Sketch, 2024) se presenta como una fábula infantil que logra rescatar el espíritu de las aventuras clásicas de los años ochenta, ese cine familiar que mezclaba fantasía, amistad y valores profundos con un aire nostálgico y entrañable.
En el centro del relato está una niña cuya inocencia se ve trastocada por el dolor de la muerte de su madre. Esta pérdida se manifiesta en sus dibujos, que al cobrar vida desde un lago con poderes mágicos, se convierten en monstruos que amenazan la tranquilidad de su pueblo. Así, la película construye un poderoso paralelismo entre la creatividad infantil y las emociones reprimidas, donde la fantasía se convierte en un vehículo para enfrentar miedos profundos y conflictos internos.
La trama se despliega con el instinto aventurero que recuerda a Cuenta conmigo (Stand by Me, 1986), la icónica película que exploraba la amistad y el crecimiento personal en medio de la incertidumbre, y la emoción de Los Goonies (The Goonies, 1985), con su espíritu audaz y la camaradería frente al peligro. Esta combinación hace que Dibujos imaginarios tenga un ritmo y una emoción genuina.
Sin estar a la altura de los clásicos qué referencia, la película se sumerge en el núcleo emocional de una familia en duelo. Es la unión del grupo y la solidaridad ante la adversidad lo que finalmente les permite enfrentar la amenaza y superar el miedo. De esta forma, Dibujos imaginarios funciona como un retrato sensible de cómo el amor y el apoyo mutuo pueden sanar heridas profundas.
Dibujos imaginarios es una propuesta que utiliza la fantasía para transmitir valores universales de amistad, familia y valentía, mientras reflexiona con ternura sobre la pérdida y la imaginación como herramienta de resiliencia.