
La película se centra en la trayectoria de Dolores Ibárruri, conocida como La Pasionaria, desde su infancia en Gallarta hasta su última etapa como símbolo de la memoria histórica, repasando sus luchas políticas, exilio, retornos y compromisos sociales.
La figura de Ibárruri ha estado presente en la historia y en el audiovisual desde mediados del siglo XX. La cámara la captó ya en 1936, durante la Guerra Civil, en documentales como The Spanish Earth, dirigido por Joris Ivens y narrado por Ernest Hemingway, donde se mostraba como símbolo de la resistencia antifascista. En la Transición española, su imagen se recuperó en Dolores (1981), dirigida por José Luis García Sánchez y Andrés Linares, incorporando testimonios de personalidades como Paco Umbral y el actor Juan Diego, y con música de Ana Belén, Juanita Reina y Rosa León. Estas obras contribuyeron a mantener viva la memoria de La Pasionaria y a acercarla a nuevas generaciones, preservando su voz y su gesto político.
En la ficción, la presencia de Ibárruri ha sido más limitada. Destaca su aparición en Hemingway & Gellhorn (2012), producción de HBO dirigida por Philip Kaufman, donde Leticia Herrera interpreta a la líder comunista durante escenas en Madrid en la Guerra Civil. Su personaje no desarrolla una trama propia, pero se muestra como parte del contexto histórico, rodeada de brigadistas y dirigentes republicanos, con un acento vasco-castellano marcado y su característico gesto firme. Esta representación, aunque breve, refuerza la importancia de su figura en el panorama político de la época y su reconocimiento como símbolo de resistencia.
El documental Dolores Ibárruri, Pasionaria aborda la vida de La Pasionaria en toda su complejidad: su paso a la militancia, su defensa de Madrid durante la Guerra Civil, el exilio en la Unión Soviética, las pérdidas familiares, su regreso a España en 1977 y su papel como referente de la memoria histórica. Según la directora Amparo Climent, la historia de Ibárruri ejemplifica un compromiso permanente y conmueve por las dificultades políticas y personales que enfrentó sin abandonar nunca su lucha por un mundo más justo.
La relevancia de Dolores Ibárruri en el audiovisual español y mundial se ha mantenido gracias a documentales, noticiarios, series y programas que la presentan como un mito y una referencia histórica. La combinación de fotografías de archivo, filmaciones de la época y testimonios contemporáneos contribuye a construir una narrativa visual que no solo conserva la memoria, sino que la moldea y la pone en valor. El documental de Climent se suma a esta tradición, ofreciendo un retrato amplio y profundo de una figura que, pese a su trascendencia, carecía hasta ahora de un biopic integral que narrase su vida de principio a fin.
Dolores Ibárruri sigue siendo un referente histórico y cultural, y su nombre resuena aún en las protestas y movimientos sociales contemporáneos en España, recordando su legado de resistencia frente al fascismo y su influencia en las generaciones que continúan luchando por la justicia y la memoria histórica. @mundiario