
domingo 28 de septiembre de 2025
La historia de McWalter (2025) arranca con un héroe convencido de su propia leyenda. Es el agente estrella de la NUS (Nueva Unidad Especial), entrenado para salvar al mundo y posar para la foto. Todo parece funcionar hasta que, de un día para otro, se convierte en el principal acusado de una serie de atentados internacionales. Lo que en otro thriller sería el inicio de un drama, aquí es la excusa perfecta para un desfile de gags y persecuciones absurdas.
McWalter corre, dispara y tropieza en un recorrido lleno de trampas imposibles. El guion convierte la clásica trama de “agente acusado injustamente” en un sketch de proporciones globales: conspiraciones, islas misteriosas, objetos que hablan y secretos explosivos que valen más como chiste que como revelación.
El humor absurdo de Mister V, nacido en YouTube, se estira ahora en un largometraje que juega con las reglas del género solo para reírse de ellas. La dirección de Simon Astier refuerza esta mezcla de sátira y acción, donde las referencias a sagas como OSS 117: El Cairo, nido de espías (OSS 117, 2006) o Johnny English (2011) se camuflan entre guiños generacionales y diálogos pensados para la cultura pop.
En definitiva, McWalter convierte al cine de espías en un meme de gran escala. No hay héroe impecable ni trama solemne: lo que queda es un protagonista que dispara chistes en lugar de balas y convierte cada tropiezo en parte del espectáculo.