
▲ La cineasta nicaragüense Laura Baumeister.Foto cortesía de la productora mexicana
Jorge Caballero
Periódico La Jornada
Sábado 27 de septiembre de 2025, p. 7
La productora cinematográfica mexicana Catatonia, fundada por el cineasta y guionista Hari Sama, comenzó una nueva etapa de expansión creativa, en donde toda la experiencia de su creador se vierte en impulsar y acompañar cintas donde no sólo se valore su función cuantitativa sino cualitativa, “un acompañamiento amoroso a esas películas de voces emergentes en el cine latinomaericano”, como lo señaló en entrevista con La Jornada, Sama.
Después de conseguir cinco postulaciones al Ariel de la película Un actor malo, de Jorge Cuchí, ahora mismo apoyan dos cintas: Lo que sigue es mi muerte, segundo largometraje de Laura Baumeister, seleccionada en Cannes, Guadalajara y San Sebastián 2025, y en el primer semestre de 2026 empezarán la filmación de Una muchacha normal, ópera prima de Paula Hopf, “una voz emergente con una mirada íntima y poderosa”.
Hoy, Catatonia se encuentra en un momento de expansión creativa, acompañando dos nuevas películas que refuerzan su compromiso con las voces emergentes del cine latinoamericano; “me siento muy afortunado de que colegas a quienes respeto y admiro confíen en Catatonia para llevar sus proyectos a la luz”, agregó Sama.
Otra de las declaraciones que dio a esta redacción el también director de El sueño de Lu, fue que: “Catatonia cine empezó conmigo de alguna forma, o sea, he filmado todas mis pelis con esta empresa que tiene más de 20 años, pero poco a poco fue adquiriendo más forma, porque aprendí todo pegándome contra la pared y entendiendo mejor cómo funcionan los festivales y la coproducción europea. Todo fui haciéndolo solo, como el carpintero que se equivoca en el tamaño de las cosas hasta que le entiendes al ambiente”.
Hari Sama además mencionó que después de haber experimentado con su propia obra fílmica todos los recovecos de la industria, aprendió “cómo tienes que llevar más películas a la pantalla. Cuando hice Esto no es Berlín y 52 ballenas se encuentran en la playa me pregunté cuáles son los proyectos que más nos interesa mover y en el fondo descubrimos que somos, de alguna manera, igual que casi todo lo que hago, una productora junguiana, digámoslo así, o sea una productora que le interesa hablar de la sombra pero con el propósito de abrazar la producción, para quizá transfigurarla hacia algo mejor, o sea historias que duelen, que son profundas, que le importan al creador, a la creadora, que no le digas qué debe contar, que se vuelva un acto de transfiguración personal hasta la realización del proyecto.
“En el mejor de los casos te encuentras con que los espectadores se acercan de alguna manera, a compartir eso que el creador o la creadora quiere decir. Entonces vamos tomando forma, ahora abrimos un departamento que se vuelve como un club creativo para desarrollar proyectos pensados para la producción en plataformas y televisión. Jimena Mancilla encabeza esa área pensando en mantener este discurso pero con un tipo de contenido, que de alguna forma, pretende llegar a mayores públicos pero que no signifique sacrificar la calidad.”
Agregó que Catatonia “quiere ser una productora más creativa, apoyar a los proyectos desde la parte de la gestación, propiamente del guion: quiénes son los personajes y por qué; qué les pasa y cómo podemos llegar a tener el mejor proyecto posible. Generar ese vínculo de, digamos, esa ficción y su desarrollo con el presupuesto. Un punto de encuentro muy serio entre todo eso”.
Tras el exitoso recorrido internacional de La hija de todas las rabias, la cineasta nicaragüense Laura Baumeister prepara su segundo largometraje, Lo que sigue es mi muerte, actualmente en etapa avanzada de financiamiento. El proyecto ha sido seleccionado en espacios claves como La Fabrique de Cannes, Encuentro de Coproducción de Guadalajara y el Foro de Coproducción de San Sebastián 2025, con Catatonia como productora principal.
Baumeister opinó que: “su acompañamiento ha sido clave: han sabido escuchar, empujar y sostener la película en cada etapa, con la sensibilidad y generosidad que los caracteriza”.
Otra apuesta contundente de Catatonia es Una muchacha normal, ópera prima de la cineasta mexicana Paula Hopf, actualmente en etapa de preproducción; la filmación sucederá durante el primer semestre de 2026. El proyecto ha sido acompañado desde su gestación por Catatonia, convirtiéndose en un espacio de respaldo creativo y emocional para su directora.