
Alrededor de 1200 artistas y ejecutivos de la industria del entretenimiento en Hollywood han firmado una carta abierta en la que rechazan los llamados a boicotear películas e instituciones cinematográficas israelíes. El texto, promovido por las organizaciones sin fines de lucro Comunidad Creativa para la Paz y La Brigada, fue publicado este jueves y busca contrarrestar la campaña que pide cortar lazos con productoras israelíes en medio del conflicto de Gaza.
Entre los firmantes más destacados se encuentran Liev Schreiber, Mayim Bialik, Gene Simmons, Debra Messing, Sharon Osbourne, Greg Berlanti, Jerry O’Connell, Howie Mandel, Jennifer Jason Leigh, Sherry Lansing y el productor Haim Saban. Todos ellos aseguran que el boicot no solo constituye un acto de censura, sino que también funciona como un “castigo colectivo” para artistas que buscan tender puentes en lugar de profundizar divisiones.
Por contraste, la iniciativa Film Workers for Palestine, firmada por unos 1300 actores y cineastas, sostiene un compromiso de no colaborar con instituciones vinculadas a Israel. Entre sus firmantes figuran Olivia Colman, Mark Ruffalo, Riz Ahmed, Cynthia Nixon, Adam McKay, Javier Bardem y Tilda Swinton. El documento los acusa de complicidad en “genocidio y apartheid contra el pueblo palestino”.
Una carta contra la censura artística
La carta impulsada por Comunidad Creativa para la Paz defiende a la industria cinematográfica israelí, describiéndola como un espacio diverso y vibrante donde conviven creadores judíos y palestinos. Según el texto, estos profesionales “trabajan juntos todos los días para contar historias complejas que entretienen e informan tanto a las comunidades como al mundo”.
Los firmantes advierten que las instituciones cinematográficas israelíes no son organismos gubernamentales, sino foros independientes que con frecuencia critican la política oficial de Israel. “Censurar las mismas voces que intentan encontrar un terreno común y expresar su humanidad es incorrecto, ineficaz y una forma de castigo colectivo”, subraya la carta.
El texto también recuerda que la censura y los boicots han sido utilizados en la historia con fines represivos: desde la propaganda nazi y la censura soviética hasta las listas negras de Hollywood durante la Guerra Fría. Los artistas advierten que etiquetar de “cómplice” a cualquier institución o creador israelí abre la puerta a nuevas exclusiones y persecuciones.
El llamado concluye instando a los profesionales del entretenimiento a apoyar a los cineastas que promueven el diálogo intercultural y a rechazar “este boicot discriminatorio y antisemita que solo agrega otro obstáculo en el camino hacia la paz”.