
viernes 26 de septiembre de 2025
El último trabajo televisivo de Alberto Rodríguez, Anatomía de un instante (2025), se estrenó en el Festival de San Sebastián como parte de su programación oficial. La miniserie, producida por Movistar+, cuenta con cuatro episodios y, al trasladarse a la gran pantalla, se presenta como un largometraje dividido en capítulos. Con este proyecto, el cineasta sevillano suma dos obras en el certamen donostiarra, ya que también compite por la Concha de Oro con su película Los tigres (2025).
Basada en el libro homónimo de Javier Cercas, la serie revive el suceso histórico del 23F, cuando el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió en el Congreso de los Diputados disparando al techo. En medio del caos, tres figuras permanecieron de pie: Adolfo Suárez, entonces presidente del Gobierno; el vicepresidente Gutiérrez Mellado; y el líder del Partido Comunista, Santiago Carrillo.
A partir de esa imagen, la narración retrocede para mostrar el ascenso de Suárez a la presidencia, su vínculo con el rey Juan Carlos I, la relación de complicidad con Gutiérrez Mellado y el regreso de Carrillo a España en plena negociación por la legalización del Partido Comunista. El relato también aborda la caída política de Suárez, su dimisión y el juicio a los golpistas, en un contexto de malestar dentro de sectores militares tras la muerte de Francisco Franco.
El guion, escrito por Rodríguez junto a Rafael Cobos y Fran Araújo, articula un thriller político que reconstruye un periodo decisivo de la historia reciente española. La puesta en escena se apoya en interpretaciones destacadas: Álvaro Morte encarna a Suárez con precisión gestual, Eduard Fernández ofrece una lectura minuciosa de Carrillo y Manolo Solo interpreta a Gutiérrez Mellado como figura clave de la transición democrática. El trabajo actoral se complementa con un diseño de producción riguroso en maquillaje, ambientación y reconstrucción histórica.
Anatomía de un instante no aporta revelaciones inéditas, pero logra transformar un hecho conocido en un relato de tensión constante, que mantiene en vilo al espectador mientras reinterpreta la memoria colectiva de la Transición.