
Julio Peña vive un momento decisivo en su carrera. Con 25 años, se ha convertido en uno de los firmes candidatos al Goya como mejor actor novel gracias a su interpretación de un joven Miguel de Cervantes en El cautivo, la última película de Alejandro Amenábar.
Formado en teatro musical y con experiencia en series de televisión, Peña se dio a conocer primero en Argentina con la serie de Disney Bia. Posteriormente regresó a España y se consolidó en producciones como Acacias 38 y, más tarde, en Netflix con la trilogía A través de mi ventana, donde interpretó a Ares Hidalgo. Actualmente también forma parte de Berlín, precuela de La casa de papel, donde encarna a Roi, el ladrón nerd de la banda.
El salto al cine de autor le llegó con Amenábar, que inicialmente dudó de si era la elección correcta para dar vida a un Cervantes más maduro. Sin embargo, el director reabrió el casting y terminó convencido por la capacidad de Peña de transformar al personaje. El cautivo explora los años de prisión del escritor en Argel, una etapa de su vida poco representada en la pantalla y que ha despertado debate por su acercamiento a la identidad y la resistencia del autor del Quijote.
Además de la actuación, Peña cultiva una faceta musical: colecciona instrumentos y comparte en redes versiones de canciones interpretadas con guitarra, en las que se muestra como autodidacta. Cercano a su familia y de carácter extrovertido, no duda en reconocer que, de no haber tenido éxito como actor, se habría dedicado a la cocina.
De chico Disney a chico Netflix y ahora a un posible Goya, Julio Peña confirma que es una de las promesas más sólidas del cine español y que esto es solo el inicio de una fructífera carrera. @mundiario