
jueves 25 de septiembre de 2025
La gran ambición (Berlinguer. La grande ambizione, 2024) retrata la vida y la acción política de Enrico Berlinguer (interpretado por Elio Germano), secretario general del Partido Comunista Italiano, durante el periodo de 1973 a 1978.
El mundo se encontraba dividido en dos por la Guerra Fría. El intento de instaurar una democracia socialista en Chile se desploma tras el golpe de Estado de Pinochet, que asesina a Salvador Allende. Las imágenes y noticias que llegan desde el otro lado del mundo resuenan en Berlinguer, quien se encuentra de viaje en Sofía, Bulgaria, donde se reúne con un representante de la Unión Soviética que le advierte sobre los límites de la democracia. De regreso a Italia y en plena campaña electoral, Berlinguer debate si aliarse con la Democracia Cristiana para neutralizar el poder de los fascistas.
La película, que fue el film de apertura del Festival Internacional de Cine de Roma en 2024, es un relato histórico que evoca, casi como una utopía, la épica de un periodo que supo ser distinto en la historia política italiana. Andrea Segre recupera con nostalgia imágenes de archivo de la época, que combina hábilmente con la ficción, conservando una iluminación cálida y tonos pastel que remiten románticamente a los registros audiovisuales de entonces.
Varios acontecimientos políticos clave de la época son abordados en el film, como el atentado sufrido por Berlinguer en Sofía, el desarrollo del llamado «compromiso histórico» con la Democracia Cristiana y el secuestro de Aldo Moro, para ilustrar los avatares que enfrentó el líder comunista en su intento de consolidar el poder.
La gran ambición funciona también como un ejercicio de memoria colectiva, de un pueblo que supo ser solidario con otras naciones y de una clase dirigente que estuvo codo a codo con los más necesitados. Un momento histórico único cargado de utopías.
Con este tratamiento, el realizador rinde homenaje a Enrico Berlinguer y su lucha, rescatando sus ideas y propuestas políticas, por más utópicas que puedan parecer hoy, en un contexto marcado por el ascenso de la ultraderecha que gobierna nuevamente en el país de la bota.