
jueves 25 de septiembre de 2025
En La casa de muñecas de Gabby: La película (Gabby’s Dollhouse: The Movie, 2025), Gabby emprende un viaje con su abuela Gigi hacia San Gatisco. Pero cuando la casa de muñecas de Gabby termina en manos de Vera, la señora de los gatos, Gabby se embarca en una aventura en el mundo real para salvar la casa antes de que sea demasiado tarde.
Situada en un universo real con una impronta fantástica, esta película se divide en dos partes: por un lado, el live action, que funciona como introducción y le da mayor seriedad al relato, diferenciándola de la serie original; por otro, la animación, que mantiene la esencia del material base y se encarga de narrar el resto de la película, además de facilitar la resolución del conflicto principal. La parte en live action está ejecutada de forma muy interesante, ya que Gabby rompe la cuarta pared, invitando a la audiencia a formar parte de la historia al interactuar directamente con ellos.
El resto del filme avanza de manera muy dinámica gracias a esta mezcla de estilos, sumada a la inclusión de canciones tanto de la serie como algunas actuales en las secuencias clave, lo que hace que el film sea especialmente divertido y ágil para los más pequeños.
Sin embargo, en algunos aspectos, la trama animada recuerda mucho a Toy Story (1995). Desde la idea de que los juguetes tienen sentimientos humanos, hasta gran parte del segundo acto, donde se plantea una especie de conflicto entre los juguetes coleccionables y los que realmente son para jugar, lo que provoca inevitables comparaciones con la secuela de este clásico de Pixar. Incluso la presencia de un peluche resentido porque su dueña creció evoca al origen del villano Lotso en Toy Story 3 (2010), aunque con un contexto mucho más suave en esta película.
Detrás de todos los estímulos visuales y musicales que saturan la película, se esconde un mensaje poco explorado: el crecimiento de los niños. Cuando la historia aborda este tema, la película se torna un poco más profunda, sin caer en la emotividad o el dramatismo, manteniendo siempre un tono positivo. Este mensaje surge a través del arco de la villana, Vera, quien dejó de jugar con sus juguetes favoritos porque “creció”, generando resentimiento en ellos y ganas de vengarse.
Esta adaptación cinematográfica de La Casa de Muñecas de Gabby es ideal para los fans de la serie y para el público infantil en general, gracias a sus valores, una protagonista carismática, mucho humor y un mensaje que invita a la reflexión. Lo único negativo es que la gran cantidad de sobreestimulación —a través de secuencias musicales, montajes con canciones actuales, una paleta de colores muy llamativa y cambios abruptos entre live action y animación— puede resultar agotadora para el público adulto y disminuir su nivel de entretenimiento.