
Australia ha elegido Los lobos siempre vienen de noche (The Wolves Always Come at Night), de Gabrielle Brady, como su representante oficial en la categoría de Mejor Película Internacional en los Premios Oscar 2026. La obra, que también optará a ser considerada en la categoría de Mejor Largometraje Documental, mezcla elementos de ficción con el registro documental para narrar una historia profundamente humana sobre el desarraigo, la crisis climática y la resiliencia.
La película sigue la vida de dos pastores mongoles, Davaasuren Dagvasuren y Otgonzaya Dashzeveg, quienes deben tomar una dolorosa decisión tras la llegada de una tormenta de arena devastadora que amenaza con destruir sus tierras natales. El contexto de esta catástrofe natural refleja de manera crítica cómo el cambio climático impacta en comunidades rurales, obligando a familias a abandonar generaciones de tradición y memoria.
El largometraje debutó en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2024, dentro del programa Platform Prize. No estuvo exento de controversia: los protagonistas no pudieron asistir debido a que el gobierno canadiense les negó las visas de visitante. A pesar de ello, la película generó un fuerte interés y posteriormente se proyectó en el Festival de Cine de Londres, el Festival de Zúrich, el IDFA, el Festival de San Francisco, True/False y el Festival de Sídney.
Un documental con sello internacional
Los lobos siempre vienen de noche marca la primera coproducción mundial entre Alemania, Australia y Mongolia. Entre los productores ejecutivos destacan el ganador del Oscar Dan Cogan, Deanne Weir, Stefanie Plattner, Alexander Wadouh y Emma Hindley. La financiación provino de Screen Australia, Weir Anderson Films, Storming Donkey Productions, además del apoyo de BBC Storyville, SWR Arte y Madman Films. Cinephil se encarga de las ventas internacionales, garantizando así su proyección en diferentes territorios.
Las candidaturas australianas para los Oscar son seleccionadas por un comité organizado por Screen Australia, que prioriza producciones que reflejen la diversidad cultural y lingüística del país. Aunque el inglés es el idioma oficial de facto, Australia ha presentado de manera constante filmes hablados en otras lenguas, como Ten Canoes (2006) en idioma gunwinggu o Tanna (2016) en idioma nauval, que llegó a ser nominada al Oscar.
La inclusión de Los lobos siempre vienen de noche refuerza esta tradición, al mostrar cómo una nación como Australia se vincula con historias internacionales de gran carga emocional y relevancia social. La cinta no solo busca conmover al público con la historia de sus protagonistas, sino también poner sobre la mesa los efectos irreversibles del cambio climático en poblaciones vulnerables.
De este modo, el documental de Brady se perfila como una de las propuestas más sólidas de la temporada de premios. Con su enfoque híbrido entre realidad y ficción, así como su trasfondo social y ambiental, la película encarna el tipo de relatos originales y poderosos que la Academia suele valorar en esta categoría.