
sábado 20 de septiembre de 2025
Al enfrentarse al título Morir de placer (Dying for Sex, 2025), los espectadores podrían imaginar una ficción erótica. Sin embargo, la serie se centra en la historia real de Molly Kochan, una mujer que enfrenta un cáncer terminal y decide transformar el tiempo que le queda en un viaje de autodescubrimiento a través del sexo y el placer.
La protagonista, interpretada por Michelle Williams, recibe la noticia de que el cáncer de mama que había superado regresa con metástasis en huesos, hígado y cerebro. Con apenas meses de vida, Molly toma decisiones radicales: abandonar su matrimonio, reconciliarse con su madre (interpretada por Sissy Spacek) y experimentar todas aquellas prácticas eróticas que siempre había postergado.
El guion de Liz Meriwether (New Girl) y Kim Rosenstock adapta el exitoso podcast homónimo lanzado en 2020, en el que Molly relataba su proceso junto a su mejor amiga Nikki Boyer (interpretada en la serie por Jenny Slate). Aquel proyecto fue distinguido con el premio Ambies al Mejor Podcast del Año.
La serie combina comedia y drama, evitando caer en la tragedia absoluta pero sin restar seriedad al diagnóstico de Molly. Los momentos más ligeros surgen de las “aventuras sexuales antes de morir”, en las que participan Nikki y Guy (Rob Delaney), vecino y confidente de Molly.
Uno de los grandes aciertos de Morir de placer está en la actuación de Michelle Williams, que dota a Molly de una mezcla de vulnerabilidad y determinación. El otro, en el tono logrado por sus creadores: la narración oscila entre lo íntimo y lo cómico, sin perder de vista la reflexión central sobre la vida, la muerte y la búsqueda del placer.
Más allá de las escenas sexuales o los experimentos eróticos, la serie propone una mirada sobre cómo aceptar la finitud y cómo resignificar las relaciones personales. Molly elige dejar los rencores atrás, valorar a sus afectos y vivir plenamente cada instante.