
El Observatorio Europeo del Audiovisual (EAO) publicó apenas el16 de septiembre su más reciente informe Female Professionals in European Film Production: 2015-2024 Figures, que revela un dato preocupante: entre 2020 y 2024, solo el 27% de los profesionales en la producción de largometrajes europeos fueron mujeres. La cifra muestra un lento crecimiento en la última década y confirma que la desigualdad de género persiste tras las cámaras en Europa.
El estudio, elaborado por la analista Agnes Schneeberger, se centra en seis categorías clave: dirección, guion, producción, dirección de fotografía, composición musical y edición. Aunque las mujeres están mejor representadas en áreas como la producción (34%), la escritura de guiones (31%) y la edición (30%), su presencia desciende drásticamente en roles técnicos como la dirección de fotografía (14%) y la composición musical (13%). El análisis también subraya que las mujeres suelen trabajar de manera más colaborativa, compartiendo responsabilidades, aunque los puestos de liderazgo continúan dominados por los hombres. Un ejemplo claro: las guionistas representan el 31% de los créditos, pero solo el 22% de los equipos de guion son liderados por mujeres.
Comparando el quinquenio 2015-2019 con 2020-2024, la evolución ha sido casi nula: los porcentajes de mujeres directoras crecieron apenas un 3%, las productoras y guionistas un 4%, las directoras de fotografía un 2% y las compositoras un 4%, mientras que las montadoras apenas sumaron un 1%. Como viene siendo habitual, los documentales son el género donde la presencia femenina es más sólida.
Con este ritmo, en 22 años se lograría cerrar la brecha de género
El informe proyecta que, si se mantiene esta tendencia, la paridad de género en la producción audiovisual europea llegaría en 2047. Pero al analizar cada categoría los plazos se amplían: las guionistas alcanzarían la igualdad en 2043, las directoras en 2047, las compositoras en 2061 y las montadoras en 2074. En cambio, para las productoras se prevé 2077, y las directoras de fotografía tendrían que esperar hasta el siglo XXIII, concretamente el año 2204, para lograr la igualdad.
Estos hallazgos no son aislados. Según la red European Women’s Audiovisual Network (EWA), iniciativas de apoyo a creadoras como el CNC francés o los programas de igualdad del ICAA en España han demostrado que las políticas de cuotas y los fondos específicos pueden acelerar el cambio. De hecho, países como Suecia y Francia ya superan el 40% de participación femenina en dirección gracias a medidas de acción afirmativa, mientras que en otros mercados europeos el techo de cristal es más evidente.
Un aspecto alentador del estudio es el llamado “efecto contagio positivo”: cuando hay mujeres en un rol clave, como la dirección, aumenta la probabilidad de que otros equipos (guion o producción) también estén liderados por mujeres. Esto confirma que el acceso a posiciones de liderazgo no solo beneficia a las profesionales directamente, sino que genera un entorno más inclusivo en la industria.
El informe del EAO concluye que el cine europeo ha avanzado, pero a un ritmo demasiado lento. La igualdad sigue siendo más una aspiración que una realidad. Para acelerar el cambio no bastan las mejoras graduales, sino políticas más decididas y mecanismos de paridad que garanticen que el futuro del cine europeo sea verdaderamente inclusivo y refleje la diversidad de sus sociedades. @mundiario