
La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) alcanza este año su 70ª edición y lo hace con una fuerte presencia española. Dieciséis largometrajes, entre ficción, animación y no ficción, formarán parte de la programación, de los cuales diez se estrenarán mundialmente. Una cifra que confirma la vitalidad del cine nacional y su capacidad para dialogar con los grandes temas del presente.
El festival se inaugurará el 24 de octubre con Tres adioses, la nueva película de Isabel Coixet, que marca el tono de un certamen atento a las relaciones humanas y los conflictos transformadores. Entre los títulos más esperados se encuentra Subsuelo, de Fernando Franco, adaptación de la novela de Marcelo Luján que enfrenta a dos hermanos tras un accidente de tráfico, con un elenco encabezado por Julia Martínez, Diego Garisa, Itzán Escamilla y Nacho Sánchez.
En la sección oficial competirá también Lionel, de Carlos Saiz, una road movie que sigue el viaje de un padre y su hijo desde Murcia al norte de Francia. Saiz describe la película como “no ficcionada, pero tampoco documental”, en un intento de capturar la poesía de lo cotidiano. A esta mirada íntima se suma Cuando el río se convierte en mar, de Pere Vilà Barceló, premiada previamente en Karlovy Vary y protagonizada por Claud Hernández, Àlex Brendemühl, Bruna Cusí y Laia Marull, que aborda el trauma de una agresión sexual.
Las propuestas cinematográficas son sumamente variadas para diferentes públicos
Fuera de competición destaca Frontera, de Judith Colell, que rescata un episodio poco recordado: el cierre de la frontera pirenaica durante la Segunda Guerra Mundial. Con un reparto que incluye a Miki Esparbé, Bruna Cusí, Jordi Sánchez y María Rodríguez Soto, la película reconstruye la solidaridad de los pueblos catalanes con los refugiados que huían del nazismo.
La animación española también gana protagonismo. Olivia y el terremoto invisible, de Irene Iborra, se convierte en el primer largometraje nacional de stop motion sobre los desahucios desde la mirada de una niña, mientras Bella, de Manuel H. Martín y Amparo Martínez Barco, centra su atención en la violencia machista.
El documental, por su parte, aporta miradas igualmente potentes: David Delfín. Muestra tu herida acerca al universo creativo del diseñador de moda; Este cuerpo mío, de Carolina Yuste y Afioco Gnecco, aborda la identidad trans; Las gafas de Isabel Coixet, de Santiago Tabernero, reflexiona sobre la mirada de la cineasta catalana; y Pendaripén. La historia silenciada del pueblo gitano, de Alfonso Sánchez, recupera una memoria largamente invisibilizada.
Completan la programación obras como Forastera, de Lucía Aleñar, una expansión de su premiado cortometraje rodada en Mallorca con Zoe Stein y Lluís Homar; Anoche conquisté Tebas, de Gabriel Azorín, que explora la amistad masculina en las termas romanas de Bande; y la proyección especial de la serie Yakarta, fruto de la colaboración entre Diego San José y Javier Cámara.
Con este mosaico de propuestas, la Seminci reafirma su condición de escaparate privilegiado para el cine español, mostrando tanto su diversidad temática como su capacidad de arriesgar y dialogar con el panorama internacional. La edición número 70 promete ser un reflejo de la pluralidad creativa de un cine que, desde el realismo más descarnado hasta la animación con conciencia social, mantiene vivo el pulso de la actualidad. @mundiario