
La muerte de Robert Redford ha sacudido a Hollywood y al mundo del cine. Entre las múltiples despedidas, una de las más emotivas ha llegado de Barbra Streisand, compañera del actor en una de las películas románticas más recordadas de los años 70: Tal como éramos (The Way We Were, 1973), dirigida por Sydney Pollack.
“Cada día en el set era emocionante, intenso y pura alegría. Éramos tan opuestos: él venía del mundo de los caballos; yo era alérgica a ellos. Aun así, seguíamos intentando conocernos mejor, igual que los personajes de la película”, escribió la actriz y cantante en un comunicado difundido tras la noticia.
Una química inesperada
El rodaje no estuvo exento de tensiones. Redford dudó en aceptar el papel porque no terminaba de confiar en que Streisand pudiera sostener un drama tan serio, pese a que ella ya había demostrado su versatilidad como intérprete. Sin embargo, la conexión que surgió entre ambos acabó por dar forma a una de las parejas más icónicas del cine romántico.
Streisand confesó en sus memorias que llegó a enamorarse de su compañero: “Bob es una combinación inusual… un vaquero intelectual, una estrella carismática y uno de los mejores actores de su generación”. Aunque la atracción no se tradujo en un romance fuera de la pantalla, sí cimentó una amistad que duró décadas.
Legado compartido
Tal como éramos fue un éxito inmediato en taquilla y obtuvo dos premios Oscar: a Mejor Banda Sonora Original y a Mejor Canción, interpretada por la propia Streisand. La película se convirtió en un clásico del cine romántico y consolidó a Redford como galán, mientras reforzaba la imagen de Streisand como actriz de peso en Hollywood.
Años más tarde, el destino volvería a unirlos en un escenario de la Academia. En 2002, Barbra Streisand entregó a Redford el Oscar honorífico por toda su carrera, un momento que ambos recordaron con especial cariño.
En su despedida, Streisand no solo evocó aquellos días de rodaje, sino también las conversaciones recientes que compartieron: “La última vez que lo vi, hablamos de arte y decidimos enviarnos nuestros primeros dibujos. Bob era carismático, intenso, siempre interesante y uno de los mejores actores de la historia. Estoy muy agradecida de haber tenido la oportunidad de trabajar con él”.
Más allá de su legado como actor, director y fundador del Festival de Sundance, Redford deja también la huella de una complicidad que traspasó la pantalla, inmortalizada en una película que todavía hoy emociona a generaciones enteras. @mundiario