
El debate sobre el futuro del cine frente al auge del streaming volvió a encenderse tras las declaraciones de Ted Sarandos, co-CEO de Netflix, en el pódcast Aspire with Emma Grede. El ejecutivo defendió que su plataforma no ha “matado al cine”, sino que la caída en la asistencia a salas responde a un cambio de hábitos del público.
“Hoy mucha gente prefiere quedarse en casa los viernes por la noche en lugar de salir al cine. Nuestro trabajo es encontrar al cliente donde está y ofrecerle contenido que encaje con esa nueva realidad”, afirmó Sarandos. Para él, el fenómeno no es nuevo y se asemeja a lo que ocurrió en la música con la transición del vinilo al CD o, más recientemente, al streaming digital.
Sarandos también señaló que el modelo de estrenos exclusivos en salas puede ser obsoleto para ciertos títulos, aunque subrayó que no se trata de la desaparición del cine, sino de la necesidad de adaptarse a una audiencia cambiante. “Las historias siguen importando, lo que cambia es cómo las consumimos”, insistió.
Las películas con menos presupuesto en marketing enfrentan retos
Las palabras del directivo llegan en un momento de división dentro de la industria. Cineastas como Martin Scorsese o Steven Spielberg han alertado sobre la pérdida de la experiencia colectiva que supone ver una película en sala, mientras otros productores ven el streaming como una evolución natural y una oportunidad de democratizar el acceso a los contenidos.
En España, informes de comScore y Kantar reflejan que la asistencia a los cines ha tenido repuntes con grandes estrenos, pero que las producciones más pequeñas luchan por llenar salas, una tendencia que coincide con lo planteado por Sarandos sobre la fragmentación del consumo. Al mismo tiempo, Netflix y otras plataformas siguen invirtiendo en producciones locales, que encuentran en el streaming un escaparate global difícil de igualar en taquilla.
La discusión sobre si el streaming es enemigo o aliado del cine permanece abierta, pero las palabras de Sarandos confirman la posición de Netflix: más que destruir, buscan redefinir la forma en que el público se conecta con las historias. @mundiario