
La música es un negocio, hay que meterle energía para ganar libertad creativa: Tei Shi
▲ La cantante y productora independiente, para su primer show en México, ha diseñado unas piezas para el espacio físico, “un mood con un par de músicos. Va a ser mágico y con energías fantásticas”.Foto cortesía de la artista
Juan José Olivares
Periódico La Jornada
Domingo 14 de septiembre de 2025, p. 6
“Hola, soy Tei Shi. He estado cantando y escribiendo canciones toda mi vida y he trabajado duro para poder hacerlo como mi empleo en la vida. Crecí entre Colombia y Canadá. Gracias por escuchar.”
Así se presenta en una red social Valerie Teicher Barbosa, quien nació en Buenos Aires, pasó su infancia y pubertad en Bogotá; creció en Canadá y ahora vive en Nueva York, donde emergió su “extensión” que se llama Tei Shi (la primera palabra por su apellido y la otra, por como se escucha el pronombre ella en inglés).
Es compositora y productora, y también una propositiva cantante “multidimensional” etérea cuyas capas, representadas en ideas y sentimientos plasmados en palabras, forman historias hechas a partir de vivencias físicas, pero también de praxis mentales y espirituales. Las letras de sus canciones se yuxtaponen emitiendo sensaciones simples; tanto, que invitan a transportar.
Sirenas
Ha mencionado que su música es de sirenas. Seguro de unas contemporáneas que usan sintetizadores para acompañar esos cantos que ella entiende como mágicos. De hecho, ella, quien no descarta esas teorías sobre vidas pasadas, como se lo confesó a quien esto escribe, podría ser una de esos seres, manifiesta con “figura de mujer a la que se les subestima, incluso en los cuentos, hasta abren su boca, comienzan a cantar y hacen su hechizo. Las sirenas siempre me han atraído… hay paralelos”.
En 2013 comenzó, digamos oficialmente, el viaje sin retorno para Valerie. En ese año ya estaba siendo un espíritu libre recién llegado a Brooklyn tras haber estudiado, por medio de una beca, música en Berkleey. En YouTube se conoció M&Ms, su primera rola hecha con unos sintetizadores y las capas de su voz invitando al embrujo. Publicó su epé debut Verde y hasta ahora sigue rondando océanos emitiendo sus cánticos, entonaciones, susurros, tonadas y fórmulas.
Desde pequeña amaba cantar, bailar y escribir letras, pero no tenía referentes que vivieran del arte. Estudió sicología y hasta que se encontró con una beca para el mencionado prestigioso colegio de música de Boston, que fue su impulsó con su monoaleta para la creación de canciones cargadas de texturas ambient pop, R&B, indie shoegaze, distorsiones, reverberacione, delays y flangers, entre otros sonidos de instrumentación electrónica; también tropicalia y hasta algo que podríamos calificar como posreguetón, todo con sublime voz.
Cuenta: “desde bebé canté. Siempre supe que ese era mi sueño pero durante años, en la adolescencia lo fui perdiendo, fue ahogándose esa parte. Por casualidad terminé estudiando música y ahí fue que volví a cantar, a tomarlo en serio. La verdad no creía que tuviera una voz especial hasta que comencé a grabar mis canciones. Hasta hace poco he ido conociendo mi voz, saber lo que puedo hacer con ella”.
Tras publicar varios epés y presentarse en festivales telonear a otras artistas como Grimes, editó en 2017 su primer disco completo: Crawl Space. En 2019 publicó el completo La Linda. Siguió con otros epés en los que viraba por distintos géneros. Valerie, otro de sus álbumes, es una placa intrapersonal plena de nostalgia que nació en 2024, y ahora, gestó Make Believe I Make Believe, el cual va a sonar en México el 8 de noviembre en el foro del Indie Rocks!
Ni fórmula ni tendencia
Tei Shi ama ser independiente y sabe que para sobrevivir en la industria, ha “tenido que entender que la música también es un negocio, donde hay que meterle energía para ganar libertad creativa”, expresó a este medio.
Ella escribe, produce y dirige todo con absoluta libertad tras pasar, como lo confesó, un periodo de “bloqueo creativo”.
Este disco, que produjo junto con dos músicos en una semana enclaustrada en una isla en Canadá en un lugar muy remoto y también saldrá en vinil, “es un paso hacia el optimismo, la alegría, el goce, mi lado más juguetón. Valerie cargó años de las situaciones (que viven las artistas en la industria musical) de mucha tristeza, rabia y todas esas canciones quedaron el disco anterior. Ahora salgo de ese cuarto en el que estaba esa energía y entrando a otro mucho más divertido, para bailar, compartir una actitud más libre, diciendo adiós a la angustia.
La música de Tei Shi no suena a fórmula ni a tendencia, menos ahora que fluye en la independencia. Se sincera: “he sacrificado cierta comodidad del sistema tradicional en el que trabajas con disquera, la cual te da un adelanto para que puedas vivir y puedas dedicarte a trabajar en el material. Me he tenido que acostumbrar a no tener acceso a esos recursos. He entendido que es un negocio. Un aprendizaje difícil porque hay que meterle más energía en el lado del negocio, pero eso ha protegido mi creatividad”.
Se le pregunta por ese virus de la misoginia en la industria que, en algunos casos, puede apagar la creatividad de los músicos.
“Lo mejor que he logrado ha sido mi independencia. Comencé así, subiendo mi música a (la plataforma) Soundcloud. Pasé por disquera, donde hay situaciones duras para navegar. Fui chocando contra eso durante años y cuando decidí salirme de mi último contrato. Fue cuando volví a encontrar mi inspiración puesto que me sentía muy apagada. Quería moverme entre el español e inglés, entre los géneros y entre las culturas. Al final decidí que soy yo la que tiene que convencer al público, no a los ejecutivos de un sello”, revela.
Pudo salir de ese contrato e imaginar un futuro como ella lo quería: “volvió la chispa. Y la bienvenida a sentirme contectada con mi intuición, con cosas que llevaba años queriendo hacer, como bailar, como cuando era niña. Hice ballet durante años. Lo dejé y hasta después de la pandemia empecé a ir a clases y a meterle más movimiento físico a mis videos. Siento que hoy día me siento muy cercana a mi versión de niña”.
Sobre su primer show en México en el foro de la colonia Roma, ha diseñado unas piezas para el espacio físico, “un mood con un par de músicos. Va a ser muy mágico y con energías fantásticas”.