
Desde su estreno, El Cautivo de Alejandro Amenábar ha vuelto a colocarlo en el centro del debate cinematográfico en España, y la reacción favorable de Arturo Pérez-Reverte ha encendido las especulaciones en algunos otros medios de información: ¿podría Amenábar adaptar Sidi y reunirse con Pérez-Reverte en lo que, para muchos, sería la gran epopeya histórica que el cine español espera?
¿Qué dicen las recientes críticas y reacciones?
El Cautivo recrea los cinco años del cautiverio de Miguel de Cervantes en Argel, un episodio menos explorado del autor del Quijote. Amenábar lo aborda con un enfoque histórico cargado de tensión, oscuridad moral, y también dramatismo emocional.
Una de las apuestas más comentadas es la insinuación de una relación especial entre Cervantes y su captor Hasán Bajá, que Amenábar presenta como hipótesis, no como afirmación rotunda. El director ha defendido esta licencia creativa señalando que “muchos han creído que Cervantes era homosexual” y que el tema aparece en libros de historia.
Desde la crítica española, las opiniones se han dividido. En El País, por ejemplo, la película se valora por su espléndida ambientación, su valentía narrativa, pero también se critica que en algunos momentos falla en emocionar plenamente.
Pérez-Reverte, por su parte, elogió la película calificándola como “espléndida, amena y bien hecha”, reconociendo que incluye “minutos polémicos” pero que la visión de Amenábar le parece “libre y sincera”.
¿Por qué Amenábar + Pérez-Reverte podría ser algo grande?
Se sabe que ambos comparten una fascinación por los personajes históricos llenos de contradicciones, los momentos de frontera entre lo real y lo mítico, y las historias que exploran la identidad nacional a través del conflicto, la literatura, y la memoria. Amenábar ha abordado ya episodios como Mientras dure la guerra. Pérez-Reverte ha narrado desde novelas cómo Alatriste o Sidi que combinan acción, búsqueda moral y contexto histórico.
Sidi, la novela de Pérez-Reverte publicada en 2019, recrea la figura de Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador). En manos de Amenábar, podría convertirse en un filme épico de gran formato, capaz de situar al cine español en la liga de grandes producciones históricas, siempre que mantenga equilibrio entre espectáculo, fidelidad histórica y profundidad de personajes.
Lo que podría frenar esa alianza épica
Las críticas que señalan ciertas licencias narrativas o anacronismos en El Cautivo son señal de que no todo el público acepta la mezcla de historia y ficción con los mismos criterios. Algunos medios la señalan como “una aventura aparentemente mesurada” pero con “ciertos baches narrativos”.
Además, hay expectativas altas, y grandes inversiones previas como la de Alatriste, con presupuesto ambicioso (24 millones de euros) y reparto de lujo, dejaron un sabor agridulce porque condensaron demasiado texto literario en poco metraje. Esa lección está presente como advertencia.
Podemos decir que el panorama está servido: El Cautivo ya ha demostrado que Amenábar no teme revisitar mitos ni explorar zonas grises de la historia. Si finalmente se alía con Pérez-Reverte para llevar Sidi al cine, no sería solo un proyecto de catálogo, sino una especie de punto de inflexión para el cine español histórico. Ese cruce podría ser la epopeya que muchos creen que merece este cine, siempre que se mantenga el rigor, la emoción y la valentía artística que Amenábar ha puesto de nuevo en juego. @mundiario