
La edición 77 de los Premios Emmy se presenta como un pulso imponente entre series de comedia y drama que han capturado tanto al público como a la crítica. En comedia, The Studio y Hacks se reparten los focos; en drama, Separación emerge no solo como favorita, sino como referente de lo que la televisión de alta calidad puede ser hoy. Lo que distingue a estas producciones no es solo su novedad, sino la capacidad de resonar emocional y estéticamente en espectadores hambrientos de historias bien construidas.
Lo que hacen bien The Studio y Hacks
The Studio ha sido aclamada por su sátira de Hollywood, con críticas que destacan el equilibrio entre humor ácido y un retrato casi amoroso de la industria. Se la ha descrito como “una sátira elevada con enorme energía apabullante” que logra divertir sin dejar de incomodar. El uso del plano secuencia como recurso estilístico permite sumergir al espectador en el caos creativo de los estudios, transmitiendo tensión constante entre lo comercial y lo artístico.
Hacks, por su parte, ya venía desplegando una consistencia notable temporada tras temporada. Retomar personajes veteranos como Deborah Vance y su relación con Ava demuestra que la comedia puede explorar también grietas humanas profundas sin renunciar al humor.
¿Por qué Separación es la gran contendiente en la categoría de drama?
La segunda temporada de Separación confirmó lo que muchos esperaban: reafirmarse como ficción de ciencia ficción y thriller psicológico con tono propio. La estética cuidada, el ritmo que mezcla suspense con reflexión y actuaciones memorables la han convertido en una de las series más analizadas del año. Medios como El País la califican como “una fábula espléndida sobre el absurdo laboral contemporáneo”, mientras que en Gamereactor recibió un 9/10 por su capacidad de sostener una trama compleja sin caer en lo confuso.
No obstante, no todo es consenso unánime: algunos espectadores y críticas en portales como Sensacine apuntan que el ritmo puede resultar lento, que ciertos episodios apenas avanzan y que la ambigüedad narrativa a veces juega en contra.
Lo que podría definir la gala
Separación parece llevar la ventaja técnica y dramática: múltiples nominaciones en categorías principales, reconocimiento al diseño, fotografía y actuaciones. Tiene lo necesario para ganar si la Academia premia profundidad narrativa.
The Studio, por su parte, podría imponerse en comedia gracias a su audaz estilo visual y su sátira mordaz.
Y no, no olvidamos mencionar Adolescencia, favorita entre las series limitadas, la cual levantó un tsunami mediático por su tema y formato, aunque no ha convencido a todos en su consistencia narrativa por lo que podría llevarse a casa menos premios de los que se espera.
Los Emmy suelen guardar sorpresas, pero todo indica que el debate cultural seguirá orbitando entre una comedia que desnuda Hollywood y un drama que pone en jaque nuestra relación con el trabajo y la identidad. @mundiario