
Glen Powell, una de las estrellas en ascenso de Hollywood, atribuye parte de su camino al estrellato a Chris Pratt y a su interpretación de Star-Lord en Guardians of the Galaxy (2014). En entrevista con GQ, Powell explicó que el éxito de Pratt marcó un antes y un después en la industria, al demostrar que un héroe de acción podía ser “más juguetón y alegre”, y no necesariamente un personaje atormentado.
“Cuando Chris Pratt explotó en Guardians, eso realmente ayudó”, dijo Powell. “No hacía falta ser sombrío o intenso todo el tiempo. Christian Bale tiene una gravedad única, y Pattinson tenía lo suyo. Pero cuando Pratt apareció con algo más ligero y chispeante, me sentí en casa. Ese es mi terreno, y no muchos actores pueden jugar en esa cancha”.
Hoy, Powell disfruta de su momento dorado: tras los éxitos de taquilla de Anyone but You y Twisters, encabezará por primera vez un vehículo de acción con The Running Man, dirigida por Edgar Wright y basada en la novela de Stephen King, que llegará a cines el 14 de noviembre de 2025 bajo el sello de Paramount.
Preparación de Powell
El actor contó que para transformarse en Ben Richards, su personaje, se entrenó como un atleta de alto rendimiento. Incluso buscó consejos de su mentor y compañero en Top Gun: Maverick, Tom Cruise, quien lo guió para asumir el rol como un trabajo físico tanto como actoral. “Pasé de pensar ‘soy un actor en una película’ a ‘soy un atleta de alto rendimiento’”, relató.
Powell también recordó anécdotas junto a Cruise en el set, como cuando el veterano actor lo reprendió por llegar con un café cargado de hongos medicinales. “Me miró y me dijo: ‘Parece que estás tomando una muestra de heces’”, contó entre risas. @mundiario