
La tercera temporada de Star Trek: Nuevos y extraños mundos ha regalado a los fanáticos uno de sus capítulos más intensos hasta la fecha. En el episodio 9, titulado “Terrarium”, la timonel Erica Ortegas, interpretada por Melissa Navia, se convierte en el centro absoluto de la acción y el drama. Una historia de supervivencia, vulnerabilidad y conexión inesperada que no solo marca un antes y un después para el personaje, sino que también pone de relieve el talento de Navia en una interpretación tan exigente que su propio director le dijo que, después de esto, podría “rodar una película de Marvel”.
Desde la primera temporada, Ortegas se ganó el cariño del público con su ingenio, seguridad y valentía al timón del U.S.S. Enterprise. Sin embargo, en esta entrega la hemos visto enfrentarse a un trauma mucho más profundo: sobrevivió a un ataque casi mortal de los Gorn, lo que dejó cicatrices físicas y emocionales que amenazan su fortaleza. Esa fragilidad se convierte en la base de Terrarium, donde el espectador presencia su prueba más difícil.
La trama arranca con Ortegas al mando de una lanzadera que es absorbida por un agujero de gusano, llevándola a estrellarse en una luna árida y peligrosa. Herida, sin comunicación y con recursos limitados, la timonel debe improvisar para sobrevivir. El giro inesperado llega cuando descubre que un piloto Gorn también ha quedado atrapado en el mismo lugar. Lo que empieza como una amenaza mortal se transforma en un vínculo inesperado de cooperación, hasta que la tragedia golpea en el momento del rescate.
Un desafío actoral y emocional para Melissa Navia
Melissa Navia se enfrenta en Terrarium al reto de sostener gran parte del episodio sola en pantalla, rodeada de tormentas simuladas con ventiladores gigantes y escenarios diseñados para ponerla al límite. La actriz confesó que el rodaje fue tan demandante que le sirvió de preparación para cualquier superproducción. Además, muchas de sus escenas clave con el Gorn no fueron frente al actor en traje, sino frente a objetos de referencia, lo que exigió una gran capacidad de imaginación.
Más allá de lo físico, el capítulo es un viaje emocional. Ortegas aprende que no todo está bajo su control: convierte a un enemigo en aliado, solo para perderlo por culpa de un error de su propia tripulación. Esa experiencia redefine al personaje, mostrando una vulnerabilidad inédita y un crecimiento que marcará su camino hacia la última temporada.
Con la quinta y última entrega confirmada, y sabiendo que Erica Ortegas no forma parte del Enterprise en la era de Kirk, el futuro del personaje genera incertidumbre. Pero lo que sí es seguro es que Terrarium quedará como uno de los episodios más memorables de Star Trek: Nuevos y extraños mundos, consolidando a Melissa Navia como una de las grandes revelaciones de la saga.