
La Mostra Internacional de Arte Cinematográfico de Venecia ya ha levantado su telón para celebrar su edición número 82, consolidándose una vez más como uno de los eventos cinematográficos más influyentes del mundo. Cada año, el certamen no solo ofrece la oportunidad de descubrir nuevas películas, sino que también marca el inicio de la temporada de premios, funcionando como un termómetro de lo que veremos en los próximos meses en los Oscar, el Festival de Toronto o el de Nueva York.
En esta edición, el festival recibe una selección ecléctica que combina la fuerza de autores consagrados con nuevas apuestas arriesgadas. Entre los títulos más comentados destaca Frankenstein, la esperada adaptación de Guillermo del Toro; After the Hunt, el thriller universitario de Luca Guadagnino con Julia Roberts; Bugonia, la propuesta de secuestros de Yorgos Lanthimos con Emma Stone y Jesse Plemons; y The Smashing Machine, el biopic deportivo de Benny Safdie protagonizado por Dwayne Johnson. La lista de estrenos se completa con proyectos de directores de renombre como Kathryn Bigelow, Paolo Sorrentino, Jim Jarmusch, Park Chan-wook, Sofia Coppola y Gus Van Sant.
Venecia, escaparate de cine y temporada de premios
La Mostra no solo funciona como un espacio de exhibición de películas, sino como un trampolín fundamental para la industria. Grandes producciones que llegan a Venecia aprovechan la visibilidad y el eco mediático para posicionarse de cara a las campañas de premios. No en vano, el jurado de este año está presidido por Alexander Payne, cineasta conocido por películas como Sideways y The Holdovers, lo que añade una mirada experimentada a la competición oficial.
Las primeras reseñas ya anticipan un festival vibrante. Variety ha destacado el tono filosófico y experimental de En la mano de Dante, de Julian Schnabel; la contundencia del documental La voz de Hind Rajab, de Kaouther Ben Hania; el pulso político de Puntos de referencia, de Lucrecia Martel; o la tensión del thriller nuclear Una casa de dinamita, de Kathryn Bigelow. También hay espacio para el homenaje y la reflexión cultural con Marc by Sofia, de Sofia Coppola, o Vértigo de Kin Novak, de Alexandre O. Philippe.
Este crisol de propuestas muestra que Venecia se mantiene fiel a su tradición: ser un espacio de encuentro donde el cine de autor convive con producciones más comerciales, generando debates estéticos y políticos a la par que descubre nuevas voces.
Con estrenos de la talla de Frankenstein y Bugonia, sumados a los experimentos narrativos de cineastas como Jim Jarmusch o Paolo Sorrentino, el Festival de Venecia 2025 promete dejar huella. A lo largo de sus jornadas, el certamen seguirá actualizando su listado de estrenos y reseñas, ofreciendo un escaparate imprescindible para entender hacia dónde se dirige el cine contemporáneo.