
Tras su destacado paso por los festivales de Shanghái, Montreal y Mar del Plata, Adulto (2024) llega a las salas de cine argentinas. Se trata de la nueva película escrita y dirigida por Mariano González, y protagonizada por su hijo Alfonso González Lesca, junto a Juan Minujín, que sigue las contradicciones del lazo entre un padre y un hijo a partir de un accidente inesperado. En el marco del debut del film en la pantalla grande, el cineasta dialogó en exclusiva con EscribiendoCine.
Si bien muchas historias ficticias se nutren de cuestiones verídicas, en este caso, ¿hubo algún disparador real puntual, o no?
No hubo un episodio concreto, o similar. Sí hubo un pensamiento mío, quizás, en algo de mi vida, de mi cotidiano. Tengo una moto, que la manejo, salgo, vuelvo, y Alfonso quizás se quedaba solo siendo más chico. Y sale de ahí, de qué pasa si este padre se pega un palo a tal hora de la noche y no vuelve, y este menor está ahí adentro. Después, empezamos a ficcionar.
Con Alfonso ya compartiste otros proyectos, cuando era más chico, y no solo lo fuiste descubriendo como tu hijo en la vida cotidiana, sino también frente a cámara a través de sus personajes. Entonces, ¿qué hallaste de él en “Adulto”?
La verdad es que fue bastante sorprendente. Lo vi muy bien, fue un riesgo que también tomé, una decisión difícil, porque nos íbamos a meter en un rodaje de cuatro semanas, donde iba a estar en el 100% de las escenas. Y había que considerar el cansancio, más allá de la composición y de las emociones que tiene que transitar el personaje. Me pude despegar un poco de él viéndolo, más allá de que lo veo todos los días como mi hijo, y lo pude ver como un personaje, en lo que quiere contar la película de Adulto. ¡Así que contento!
Pensando en tu experiencia como director en set, dos situaciones. Un momento, quizás caótico, en el que dijiste: «¿Para qué me metí en esto?». Y otro en el que pasó justamente lo contrario y pensaste: “¡Qué bien que estoy dedicándome a esto!”.
Durante el rodaje, y en set, sinceramente no suelo vivir los primeros momentos, ya que es algo que disfruto mucho, confío mucho en la gente con la que estoy trabajando y con quienes estamos haciendo la película. Hay unas paredes de contención, entonces, si algo no sale, hay alguien ahí para solucionar las cosas. También soy una persona que está muy abierta y muy permeable a no poder haber logrado tal escena de tal manera, pero el cine tiene muchas herramientas para, también, resolver durante, antes y post. Disfruto mucho filmar, la pre y la post. ¡Me encantaría que me suceda más seguido!
Cada espectador, según su historia, rango etario, y demás cuestiones, puede sentirse interpelado desde distintos lugares. Vos, como Mariano, más allá de que estuviste en el guion y en la dirección, quizás viendo la obra ya terminada, ¿sentís que este film te interpeló de alguna manera en particular?
Sí, creo que hay algo que me sigue interpelando, que también tiene que ver con la vida y con el crecimiento de uno. Hay algo entre los vínculos y el cuidado. Mis tres películas (Los globos, El cuidado de los otros, Adulto), con distintas historias, tienen algo que se junta. Quiénes son los niños, los adolescentes, los adultos, qué decisiones toman. Me hago preguntas todo el tiempo y voy trabajando sobre el presente. Siempre es un aprendizaje, ¡y lo seguiré haciendo hasta que me vaya de este mundo!
Uno de los temas de la película es “Ido” de Avto, que en un fragmento dice «ando demasiado aturdido». Y es un poco lo que les pasa a los personajes. Llevando ese concepto a tu camino, a tu profesión, ¿qué te permite concentrarte a la hora de dirigir? ¿Y qué te aturde u obstaculiza?
Sí, el tema “Ido” de Avto es muy lindo. Cuando lo escuché, me encantó y conectó automáticamente con la película, ¡yo no lo tenía pensado! Mis películas son bastante “silenciosas” en cuanto a música que acompaña. Respecto a la pregunta, no me aturden cosas en set, me siento muy bien, la paso muy bien, y quiero estar ahí. Quizás me aturden otras cosas que tienen que ver más con cuestiones de armado, de tiempo, pero una vez que todo eso se logra, lo disfruto mucho. Y me divierte el juego, la cámara, la luz, el foco, el arte, el vestuario, los actores. Me interesa mucho el acting, leerlos mucho, en el sentido de cuando hablan, cómo miran… ¡Me es un entretenimiento!